La pareja retomó su romance luego de una abrupta separación que duró dos años.
A finales de 2016, Miley Cyrus confirmaba su reconciliación con su antiguo novio Liam Hemsworth, que hasta ese momento había tratado de llevar con la mayor discreción posible, revelando que el actor y ella volvían a estar comprometidos después de que él le entregara un impresionante anillo que, todo sea dicho, al poco tiempo sustituyó por una joya mucho menos ostentosa -redonda y con piedras de colores- pero más en la línea del estilo de la cantante.
Desde entonces, no han parado de circular distintos rumores sobre cuándo y dónde se dará el ‘sí quiero’ la pareja, pero todo apunta a que su enlace será un acontecimiento inesperado que solo trascenderá públicamente una vez haya tenido lugar.
De hecho, los jóvenes habrían optado por seguir el ejemplo del hermano mayor de Liam, Chris Hemsworth, quien contrajo matrimonio por sorpresa con Elsa Pataky en una remota isla del Índico tras reunir allí a sus familiares con la excusa de pasar unas vacaciones juntos.
“Llevan enamorados más de nueve años, pero lo cierto es que nunca era el momento adecuado, hasta ahora. Sus carreras, lo jóvenes que son y las opiniones de sus respectivos allegados les frenaron a la hora de casarse”, adelante una fuente al portal ET Online.
“Miley ha ideado planes muy distintos. Siempre ha sido una persona muy creativa y le encanta pensar nuevas ideas que harán que sea toda una experiencia. Aún no ha anunciado nada porque lo está manteniendo en secreto; sus amigos se enterarán en el último minuto. Van a hacerlo todo a su manera”.
La pareja está planeando casarse en secreto.
Independientemente de cómo decidan celebrar su gran día, por todo lo alto o con la mayor discreción posible, lo cierto es que la ceremonia servirá para poner el broche de oro a una bonita historia de amor: Liam y Miley se conocieron en 2010 rodando la película ‘La última canción’, cuando ella aún estaba desprendiéndose de su pasado de estrella Disney.
Durante la época de mayor rebeldía de la artista, su noviazgo fue puesto en pausa -las malas lenguas aseguran que la familia de él no aprobaba el consumo de alcohol y drogas que Miley nunca trató de negar- pero solo temporalmente, ya que unos años después ambos volvieron a darse otra oportunidad en el plano sentimental.
