Así será el museo escondido en la jungla mexicana que visibilizará las culturas originarias

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¿Te imaginas descubrir un oasis de artesanía en el corazón de la jungla, rodeado de majestuosas criaturas y naturaleza? Ideado por el arquitecto Viktor Sørless en colaboración con el despacho mexicano Juiñi, el museo de investigación Xinatli podría ser ese paraíso al borde de la selva tropical mexicana. El desarrollo de la institución cultural fue encargado por la coleccionista de arte mexicano Fernanda Raíz, presidenta de la Fundación Raíz, y sus creadores han dado a conocer su visión para el proyecto. Desde las penumbras de la naturaleza de la jungla, se alzará una estructura piramidal escalonada que será el hogar de un espacio donde el arte, la ecología y la sociedad convergen en armonía. El museo contará con un edificio principal de varios pisos, con espacios de exhibición y arte, así como un centro de investigación dirigido por científicos en las alas laterales.

Foto: Cortesía.

Según Fernanda Raíz, el nuevo espacio cultural se basa en un objetivo consciente: “Ahora parece más urgente que nunca ayudar a crear consciencia del cambio climático en la mente de las personas. El arte, y con él un tipo diferente de percepción, una forma ecológica de construcción, un compromiso cultural con ‘el medio’, puede ayudar a mantener la continuidad de la vida en nuestro planeta”. Se construirá utilizando procesos ecológicos, con elementos de carga de tierra y madera, ubicado en una zona de 90 hectáreas de bosque talado ilegalmente en el sur de México. A través de su proceso de construcción se buscará reforestar el área, pues Museo Xinatli también incorporará el saber indígena y las habilidades de los artesanos locales. Usará el método de construcción de la casa xa’anil naj, tradicional de los mayas yucatecos, que se caracteriza por que los árboles utilizados en la estructura de soporte se plantan como soportes vivos.

Foto: Cortesía.

Viktor Sørless resume el proyecto: “El edificio es una fusión de experiencia en arquitectura e ingeniería autóctonas. Sin embargo, el plan no es crear un edificio que durará para siempre. Necesita ser cuidado, de lo contrario se degradará. Este elemento de fugacidad reconoce que la vida es un proceso de crecimiento, muerte y transformación, y que los humanos podemos hacer una decisión consciente sobre cómo tratamos nuestro medio ambiente”. El nombre del museo, Xinatli, viene del término Nahua Xinachtli, que describe el momento en que una semilla germina y está lista para dar vida. Se espera que el proyecto quede terminado para el 2025.

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