Por Gabriella Morales-Casas @CARASmexico
El malditismo lo alcanzaría, de nuevo, en marzo de 2017, cuando reveló en su canal de Youtube que padecía cáncer de páncreas, luego de que el diario Reforma publicara que el José José estaba internado en un hospital de la Ciudad de México, en estado de gravedad. Las redes sociales explotaron hasta que él apareció: “Me está creciendo un pequeño tumor canceroso en el páncreas, debido a esa situación estoy tan flaco. Los médicos me han dicho que estamos a tiempo para combatir el cáncer, por eso ya comenzamos con las primeras quimioterapias. Estoy entrando y saliendo del hospital”, declaró. La reacción del público fue sobrecogedora. La misma que tenían en los conciertos, en los que ya no cantaba nada, en los que eran ellos quienes lo hacían y le aplaudían cuando tenía que callar porque ya no podía. La gente se lo perdonaba todo: la voz apagada, las drogas y el alcohol. “La gente es mi cómplice. A veces las canciones no salen igual, pero ellos ahí están pidiendo su preferida, enamorándose como se enamoraron y, lo más bonito, se esperan al final para tomarse la foto para que se las firme. ¿Cómo puede uno pagar eso?”, dijo a La Jornada. https://www.instagram.com/p/mbxxmGAs_n/ En la primera entrevista que concedió tras el anuncio de su enfermedad fue a la periodista televisiva María Celeste Arrarás, a quien le dijo estar optimista y seguro de que saldría adelante, “porque soy un sobreviviente; cuando supe del cáncer le pregunté a dios qué quería decirme a través de esta nueva prueba, y supe que iba a ser la más dura; he pasado por todo. Esta es una más y no siento miedo, tengo la mejor actitud para enfrentarlo”. Además, dijo que le pedía a dios no sólo por su recuperación, sino por la de otros pacientes con los que convivía en el hospital, “los veo a veces tan deprimidos y tristes que pido porque nuestro Señor les dé la luz que necesitan para enfrentar su enfermedad como lo hago yo, que tengan fortaleza”. También confesó agarrarse de cualquier clase de amuleto, recomendación o tratamiento, “incluyendo la medicina cuántica, las hierbas y lo que me digan”, dijo entre risas. Al tiempo, Anel, desde Las Vegas, insistió en buscarlo para resolver los problemas que en su momento no pudieron. “Yo lo he perdonado y espero que él lo haya hecho al final, por los hijos que tenemos, un vínculo que nos unirá hasta su muerte”.
El final
En noviembre de 2017 José José se trasladó definitivamente a la Ciudad de México bajo el cuidado de su asistente Laura Núñez y sus hijos mayores, para el tratamiento de quimioterapias y la cirugía de extirpación de los órganos contaminados. Sara no lo acompañó, lo que disparó rumores de una ruptura, misma que ella desmintió a Telemundo: “Yo tuve un derrame cerebral en México y por eso la altura me pone en riesgo, además tengo una nieta de cuatro meses que necesito ayudar a cuidar a mi hija. Yo amo a mi esposo y estoy con él a la distancia, hablamos cada noche y deseo que regrese pronto a casa”. El estado de salud del cantante sería tema de interés para los medios de comunicación, que filtraban sus visitas al hospital en todas las ocasiones en que se internó para alimentarse de forma intravenosa en el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán. “Cuando José se muera México se va a estremecer, porque lo quieren, me atrevo a decir, más que a Juan Gabriel, ¿y sabes por qué?”, pregunta el periodista Víctor Hugo Sánchez, “porque era un hombre frágil, lastimado y lleno de bondad que no se rindió nunca y eso la gente lo sabe”. https://www.instagram.com/p/BBxy2_sAs8o/ El propio José agradecía su vida, con todo y sus desgracias, “he tocado fondo no una sino muchas veces, unas por mi culpa, otras porque la vida nos pone a prueba, pero siempre encontré la luz para sobrevivir y por eso siempre sentí la obligación de compartir mi vida con mi público”. José José se enorgullecía de llevar 24 años sobrio; contaba que dormía 16 horas antes de un concierto y durante las semanas previas entrenaba box para expandir los pulmones –porque así lo hacía su papá–, una disciplina que nunca faltó en su profesión a pesar de sus adicciones. También decía adorar a sus hijos, “que tienen una herencia magnífica y genética como cantantes”, y estaba convencido de que debían continuar con su legado, para su público. Cuentan los periodistas y amigos que, a donde fuera, siempre atendía a su público y se quedaba hasta cuatro horas repartiendo autógrafos y tomándose fotos con la gente. La bondad de la que habla Víctor Hugo Sánchez era tangible en las entrevistas que daba, sin ofenderse cuando era cuestionado, sin exaltarse por las preguntas personales y por siempre reconocerse víctima, pero también responsable de sí mismo. Como un héroe trágico, sin forma de evadir su anunciado final, José José vivió como lo hacen los mitos: supo su destino y aceptó las desgracias que iban ligadas a él. Abrazó su vida, luchó con ella y contra ella. Fue un verdadero romántico, más allá de sus canciones.
Te puede interesar: Las primeras palabras de José Joel sobre la muerte de su papá
Famosos dan último adiós a José José
