Con una carrera que abarca más de dos décadas y una filmografía cargada de éxitos comerciales, Johansson ha logrado superar la cifra de 15.300 millones de dólares en recaudación mundial, según datos actualizados del portal especializado Box Office Mojo. Su participación en grandes franquicias como el Universo Cinematográfico de Marvel (MCU), donde interpretó a la icónica Natasha Romanoff / Black Widow, fue clave para este logro.
Películas como Avengers: Endgame (2019), que por sí sola recaudó más de 2.7 mil millones de dólares, y Black Widow (2021), que marcó un hito como uno de los primeros grandes estrenos híbridos en cine y streaming, consolidaron su estatus como una figura indispensable para la industria del entretenimiento.
Pero Johansson no es solo una estrella de acción. Su versatilidad la ha llevado a destacarse en dramas como Marriage Story (2019), que le valió una nominación al Óscar, y en proyectos más experimentales como Her (2013) y Under the Skin (2013), mostrando un rango actoral que trasciende géneros y audiencias.
Además de su talento en pantalla, la actriz ha sido también una figura influyente fuera de ella, abriendo debates sobre la equidad salarial en Hollywood y defendiendo el papel de las mujeres en la industria cinematográfica.
El ascenso de Scarlett Johansson a la cima de la taquilla no es casual. Ha sabido elegir proyectos que equilibran el éxito comercial con la profundidad artística. Su capacidad para reinventarse constantemente y su compromiso con personajes complejos la han mantenido vigente en una industria notoriamente volátil.
Con nuevos proyectos en camino, tanto como actriz como productora, Johansson demuestra que no solo ha llegado a la cima, sino que está decidida a quedarse. Su impacto trasciende las cifras: representa una nueva era en la que el poder en taquilla ya no es solo territorio masculino.