Hasta hoy se supo la pieza de joyería que la reina Isabel le prestó a la ahora duquesa de Sussex.
Además del vestido, la tiara que usaría Meghan Markle el día de su boda con el príncipe Harry había sido un misterio.
Y hoy sabemos que la ya duquesa de Sussex eligió la tiara de filigrana de la reina Mary de Teck, una pieza que no había sido utilizada públicamente desde que murió la abuela de Isabel II, en 1953, y era una de sus joyas favoritas.
La tiara es una pieza preciosa llena de diamantes.
La diadema está hecha en platino y diamantes, y tiene un gran diamante central que en un principio formaba parte de un broche que le fue regalado por el condado de Lincoln a la entonces princesa Mary con motivo de su boda con el príncipe George, futuro George V, abuelo de la reina Isabel.
Fue en 1932 cuando Mary de Teck pidió al joyero real que convirtiera el broche en la tiara que vimos hoy puesta en Meghan
La diadema detuvo el velo de Meghan.
Esta espectacular joya es muy flexible, ya que está compuesta de 7 secciones perforadas con óvalos entrelazados y pavé, además de tener incrustaciones de platino y diamantes de diferentes tamaños.
La tradición dicta que las novias reales deben llevar siempre una tiara, ya sea una reliquia familiar o una nueva joya hecha especialmente para ella.
¡La actriz estaba feliz!