Por primera vez en más de 100 años, los habitantes de París pueden nadar legalmente en el río Sena. Este 5 de julio se inauguró la temporada de nado público con la apertura de tres zonas habilitadas, incluyendo el sitio de baño Baignade de Grenelle.
La alcaldesa Anne Hidalgo, quien visitó los espacios durante su apertura, cumplió así una de sus promesas de gestión: devolverle al Sena su calidad para nadar, tras décadas de contaminación. El proyecto requirió una inversión de 1.4 mil millones de euros para limpiar el río y crear condiciones seguras.
Desde 1923, nadar en el Sena estaba prohibido debido al intenso tráfico fluvial y la mala calidad del agua. Ahora, los nuevos sitios cuentan con vestidores y salvavidas, y permanecerán abiertos del 5 de julio al 31 de agosto, ofreciendo a locales y turistas una experiencia inédita en la capital francesa.