Daniel Suárez y Julia Piquet: la pareja de oro del mundo motor de USA

  • Twitter
  • Email
  • Print

Conoce al piloto mexicano que es ídolo en la NASCAR y a su novia Julia Piquet, la hija del legendario campeón de Fórmula Uno, Nelson Piquet.

Daniel Suárez es el único piloto mexicano que corre en la Nascar Cup Series en Estados Unidos y ella es la head office de su marca; ambos son jóvenes, guapos y traen la gasolina en las venas. Daniel Suárez y su novia, la comunicadora Julia Piquet, tienen 28 años, viven en Charlotte desde hace unos meses y los entrevistamos a unas semanas de que inició Nascar Series, el primer evento deportivo en hacerlo durante la pandemia. ¡Conócelos!

¿Cómo llegaste al top de la categoría Nascar?

En 2016 salí campeón en Nascar Xfinity Series y si te va bien ahí te vas a la máxima categoría de Nascar; yo fui muy afortunado al convertirme en el primer piloto extranjero en ganar una carrera y el campeonato. También soy el primer y único mexicano de tiempo completo (hace muchos años hubo alguien que participó en algunas carreras y luego Germán Quiroga en la tercera categoría de Nascar); he corrido de manera constante desde 2017. Esta temporada firmé con Toyota en un equipo nuevo: GBR y corro el Toyota Camry 96. ¡Pero ha sido un camino muuuuy largo!

¿Cómo empezaste en las carreras?

Mi papá tenía un taller mecánico de restauración de autos en Nuevo León, de donde somos, ahí le agarré pasión a los coches y empecé a correr karts de casualidad, ya grandecito; fui a una pista y de churro me subí y me fue bien, luego de eso me invitaron localmente a carreritas en Monterrey y algunas nacionales; pero mis papás no son de dinero, entonces no me podían pagar los carros y las inscripciones.

¡¿Y cómo lograste llegar tan lejos sin dinero?!

Mi meta como piloto siempre fue Nascar México, porque honestamente, era la forma más económica de ser piloto; tuve dos propuestas para correr en Europa en pero y mis papás no podían soportar económicamente ese nivel. Cuando representé a México en campeonatos mundiales de kartismo en España y en Italia aprendí que era buen piloto en cualquier condición y que solo me faltaban los contactos.

Y sí se te hizo llegar a Nascar México…

A los 17 años entré, seis meses después estaba en la línea de pilotos y Telmex me contrató, así mi papá ya no tenía que ayudarme; antes de eso hizo muchos sacrificios para apoyarme: vendió el taller, hipotecó la casa de mi mamá y pidió créditos. Ya que entré supe que tenía que hacerlo valer; empecé a ganar carreras y me convertí en uno de los mejores pilotos con tan solo 18 años. Con Escudería Telmex corrí hasta 2014 que me firmó otro equipo, para 2015 era piloto completo con un contrato de tres años. Pero yo me preguntaba qué seguía y eso era Nascar Estados Unidos…

Foto: Cortesía

¿Lo dejaste todo y te fuiste?

No tan dramático… pero a los 19 años me mudé a Estados Unidos sin hablar inglés, solo tenía conocidos que me invitaron a una carrera en California, que es la previa de Nascar. Había que calificar y no solo lo logré, sino que terminé la carrera en la posición 11. Ahí llamé la atención de la gente de Nascar y a los tres meses me mudé a Charlotte, Carolina del Norte, que es el Hollywood de los equipos de Nascar; me fui en mi vochito del 94. Como tenía la ventaja de que seguía corriendo en México y ganaba carreras, Nascar México me apoyó en la búsqueda de patrocinadores, primero en equipos de mediano nivel en Estados Unidos hasta que logré un contrato full-time.

¿Qué sueños tienes en el deporte motor?

Quiero crecer en Nascar y llegar muy alto, el objetivo con este nuevo proyecto con Toyota y GBR es lograr podios y el campeonato. Hoy sigo con Telmex como uno de mis patrocinadores, Coca-Cola y otros locales; también surgieron cosas muy bonitas: Disney me invitó a ser la voz de un personaje en Cars 3 e iniciamos la Fundación Daniel’s Amigos, con la comunidad de fans mexicanos en Estados Unidos. Han sido maravillosas satisfacciones.

Cuéntanos de tu novia…

Se llama Julia y es una apasionada de los autos, su familia es legendaria en ele automovilismo y compartir eso es padrísimo. Además nos llevamos muy bien, tenemos mucho en común como personas y nos queremos mucho.

Foto: Cortesía

JULIA PIQUET, AMANTE DE LA VELOCIDAD

Tu papá es nada menos que el tricampeón brasileño de Fórmula Uno en los 80, Nelson Piquet , ¿qué se siente ser realeza del mundo motor?

Es divertido, me preguntan mucho cómo es porque los medios lo retrataban como un piloto arrogante y necio… pero es exactamente así (ríe): muy seguro de sí mismo, estricto, y al mismo tiempo muy divertido y sarcástico. Básicamente no tiene filtros. Mi mamá es muy similar, son muy parecidos de carácter y yo salía también muy terca, competitiva y perseverante.

¿Y con esas cualidades alguna vez quisiste ser piloto?

¡Sí, corría karts a los 10 y 11 años! Me encanta y no le tengo miedo a la velocidad. Como vivíamos entre Francia y Brasil mi hermano Nelson que ya corría, me llevaba a los karts y nadie se enteraba hasta que empecé a destacar; apenas supo mi papá me lo prohibió, con el tiempo me confesó que le daba miedo que me pasara algo. Lo curioso es que me hice jinete durante años y como tuve un accidente en 2015 en el que me rompí el hombro, me acabó diciendo: “hubiera estado mejor que fueras piloto”.

¿Sigues corriendo por diversión, ahora que él no te lo puede impedir?

¡Claro! El año pasado tuve la oportunidad de probar un auto en el circuito de Interlagos (donde se corre el GP de Sao Paulo), dentro del Porsche Championship y en el verano corrí con un Camaro V6 tres carreras: en Homestead, Miami y Sebring dentro de un campeonato para pilotos brasileños que se corrió en Florida. Fui fui la única chica y me fue muy bien. Sé que es un cliché pero lo traigo en la sangre.

Naciste cuando tu papá ya se había retirado, ¿cómo fue tu infancia?

Muy movidita… Nací en Alemania, crecí en Francia, donde viví hasta los 14 años; mis padres se separaron cuando estábamos pequeños (el mayor es Nelsinho, le siguen Kelly y Julia); después viví con mi papá cuatro años en Brasil, regresé a Europa a vivir a Londres y finalmente me instalé en Miami, desde 2011 para estudiar. Mi mamá vive en Holanda, mi papá en Brasil con Nelson Jr. y mi relación con mi familia es preciosa, Nelson me invita a sus carreras, soy muy fan de mi hermano a todos los niveles.

¿Cómo te integraste al mundo de la Nascar?

Entré como becaria a un portal que se llama Motorsport.com en el que estuve por tres años porque les gustó mucho mi trabajo y me contrataron; hacía entrevistas a los pilotos y daba las noticias en el canal digital. Yo estudié Economía en la Miami University e hice una maestría posterior en marketing y comunicación.

¿Cómo se conocieron Daniel Suárez y tú?

En 2012 cuando mi hermano Nelson corría en Nascar y vivía en Carolina del Sur, eran amigos desde entonces. Dani no hablaba inglés y yo no hablaba español, pero nos caímos bien. No lo volví a ver hasta 2015 que fui a la Ciudad de México al ROC (Race of Champions) y lo entrevisté; nos agregamos a Facebook, platicábamos y ya cuando vino a vivir a EUA nos hicimos novios.

¿Cómo llevan su relación con tantos viajes?

Como llegó a Nascar al principio nos veíamos trabajando, pero luego era muy complejo vivir con agenda en mano, y como este año después vino la amenaza de pandemia decidimos vivir juntos en Charlotte. Ahora me hago cargo de su marca personal Marketing Digital, RP local y otros modelos de comunicación.

Foto: Cortesía

¿Qué es lo que más te gusta de Daniel?

Que es un chico abierto, dice lo que siente, si algo le molesta lo expresa y siempre sabe lo que hace. Reconozco ese carácter sincero y determinante en mi papá y en otros corredores triunfadores; lo bonito es que su personalidad también es dulce y amorosa, como un príncipe. No me gustaría que fuera de otra forma. Cuando leo que algunas mujeres buscamos a alguien parecido a tu papá creo que en mi caso es cierto y espero que llegue tan lejos como él. Va por todo.

¿Conoces a su familia?

Sí, hemos pasado varios fines de semana con ellos y los visitamos en Año Nuevo, también conozco a sus amigos y fuimos a las cascadas y a las montañas (entre Monterrey y Saltillo, la famosa “Cola de Caballo”). Daniel vine de una familia muy humilde y digna, eso es una de las cosas que más amo de él: es educado y atento con todo el mundo; es muy generoso y agradecido. Dani no solo quiere ser Campéon, también quiere ayudar a pilotos que como él, no tuvieron dinero y quieren correr. Busca hacer una diferencia en la gente y eso es precioso.

Foto: Cortesía

Parece que están muy enamorados…

Sí, lo estamos, la felicidad para nosotros es estar rodados de la gente que amamos, estar sanos y tener confort pero no ambición desmedida y mezquindad; queremos hacer lo que nos gusta, disfrutar el mundo motor, ver a nuestra familia… Personalmente quiero ver a mi hermano feliz corriendo en la Fórmula E, donde es muy feliz, y yo todavía busco mi propio propósito, dejo que las cosas fluyan porque tengo el apoyo y el cariño de mi familia y el hombre que amo. La vida simple…

¿Qué les gusta compartir juntos?

Nos gusta mucho comer pizza, yo hago una muy buena pasta. Nos encanta escuchar música, yo no sabía nada de pop latino o urbano, pero desde que somos novios soy fan de Sebastián Yatra, Maluma, Enrique Iglesias y los géneros de moda en español. ¡Y tenemos un perrito Chihuahua! Se llama Emma y la adoramos.

Por Gabriella Morales-Casas @CARASmexico
Te puede interesar: Así eran los pilotos de Fórmula 1 cuando eran niños
  • Twitter
  • Email
  • Print
Más contenido como este