El estilo del pontífice, sin duda, podrá calificarse como normcore, sencillo y humilde.
Así, el Papa Francisco acapara titulares gracias a su ideología, en la que lo más importate es hacer el bien a las personas, dejando de lado los lujos por los que mucho tiempo fue criticada la Iglesia.
A diferencia de su antecesor, el Papa Benedicto XVII quien era más coqueto y presumido, por ejemplo: nunca dejaba sus inseparables mocasines rojos de Prada o su iPod Nano blanco grabado con su nombre; el papa Francisco ha dejado de lado todas esas excentricidades.
Uno de los primeros cambios fue que el Papa dejó en claro que prefiere las cruces más sencillas, sortijas y hasta el anillo del Pescador. Todas sus joyas fueron mandadas a hacer con plata, negando que fueran de oro, como la costumbre lo marcaba.
Cuando se compró unas nuevas gafas, su única premisa fue no gastar demasiado y, cabe destacar, que él mismo caminó por el centro del Vaticano para asistir a la óptica.
El Papa también ha viajado en el transporte público, dejando de lado todos los códigos demostrando que quiere destacarse como un pontífice humilde y austero.
Normcore es la tendencia estética que está cobrando popularidad y un ejemplo exacto de ella es el Papa Francisco. En esta tendencia lo más elemental es lo IN, haciendo diferentes a aquellos que pretenden pasar desapercibidos.
Su modestia y sencillez le hacen llevar durante todo el año una humilde sotana de lana color marfil bajo la que no lleva ninguna faja de seda sino una camiseta, un suéter y unos pantalones de lo más básico , describe el diario español El País en su portal SModa.
Su reloj es uno de color negro que tiene un valor menor a 50 euros y que cuando se le rompió la correa, sólo aceptó cambiarlo por uno nuevo cuando comprobó que no le costará más que arreglarlo.
Dejando de lado lo extravagante, Francisco ha optado por vestir lo má elemental y austero.
En cuanto a su calzado, el Papa prefiere unos cómodos zapatos de cordones de piel color negro y con suela de goma confeccionados por el ortopedista Carlos Samaria, amigo de toda la vida.
En su maleta vintage, lo más valioso que carga es una máquina eléctrica de afeitar. Personas allegadas han confesado que para el Papa Francisco es muy importante mantener su barba bajo control, de hecho llega a rasurarse 3 veces al día.
Francisco sacó de su armario la mantelina y las joyas de oro desde su primera aparicón pública. Asimismo, dejó de usar la mitra para usar el casquete en los eventos públicos. También dejó de usar la muceta (capa roja), incluso en su primera misa solemne.
