Isla Brava está de vuelta para revelar la situación de la familia Suárez tras el escándalo ocasionado por el padre de Mora, Alfredo, y la relación a escondidas de Lucía y Bruno. Prepárate para altas dosis de suspenso a través de ViX, el servicio de streaming en español líder en el mundo.
Flavio interpreta a Alfredo Suárez, sin duda, uno de los villanos más odiados del catálogo de ViX, el servicio de streaming en español líder en el mundo, que hoy estrena la segunda temporada de Isla Brava, una de las producciones originales más esperadas de la temporada, en la que el actor da vida a un magnate y dueño de un lujoso resort turístico en México.
En la serie, el poder y la malicia lo llevan a tomar medidas desesperadas para limpiar su imagen pese al daño que ha ocasionado, incluso a su familia, así que para conocer todos los pormenores de este proyecto, nos reunimos con Flavio en las instalaciones del Hotel Alexander, en la Ciudad de México, donde pudimos ahondar en el tema y de paso hacer estas increíbles fotos.
¿Cómo ha sido el reto actoral de este personaje?, ¿Cómo es despegarse de un papel así y seguir con la vida normal?... El actor respondió todo.
¿Recuerdas ese momento en el que decidiste ser actor?
Sí. Quizás no sé si el primer momento, pero recuerdo que desde muy jovencito, ya quería ser actor. Tengo recuerdos, por ejemplo, de estar en el teatro viendo una obra, y ya quería estar en el escenario. Creo que era Peter Pan en el Teatro de los Insurgentes. Soy el menor de cinco hermanos y hay mucha diferencia de edades entre nosotros, entonces creo que también eso influyó un poco porque jugaba mucho solo. Creo que fantaseaba mucho y me gustaba hacer personajes e inventar historias. Ponía a mis primas y primos a hacer personajes. Me acuerdo que siempre me gustaba mucho verme al espejo y actuar. Y sí, creo que nací con eso.
¿Cómo fue tu primer encuentro con el guion de Isla Brava? ¿Qué sentiste al leer a Alfredo por primera vez?
Los primeros encuentros que tienes siempre con los guiones, en mi caso, son muy importantes porque tiene que ver un poco de qué manera conecto con la historia, pero sobre todo tiene que ver con un rollo de intuición. Me sucede que hay personajes que los lees y no me distraigo con nada, no me distraigo con un mensaje, con una llamada y empiezo a entender el personaje muy fácilmente. La intuición es la que me lleva a este diálogo interno de “este personaje pues me pareció muy rudo”, o lo que dialoga la historia o los temas que toca. También, tengo que confesar, como era un proyecto que sabía que se iba a filmar en España, pues también había ahí un entusiasmo y una emoción, además que iba a poder trabajar con amigas y amigos, así que, de entrada, eso también es siempre un plus. Cuando trabajas con gente que admiras, que quieres, que sabes que vas a estar cómodo, que sabes que la vas a pasar bien y que vas a seguir aprendiendo, siempre tiene un plus.
¿Qué fue lo más difícil de interpretar a Alfredo?
Lo más complicado fueron todas las escenas con las chavas. Que evidentemente en la vida real no son menores de edad, pero en la historia, sí. Y esa conexión fue la que más me costó, porque me parecía muy ruda. Creo que uno siempre tiene que “justificar” muy entre comillas, a su personaje, porque siempre buscas la verdad. Entonces, pues no lo puedes juzgar tanto y no puedes tener un juicio tan fuerte. En la acción o cuando tú estás preparando la escena, tienes que tener como objetivo la verdad. En este caso, Alfredo, que es un narcisista, cómo puede engatusar y cómo puede engañar. Tienes que creértelo, tienes que entenderlo, aunque no estés de acuerdo con sus conceptos. Cuando me tocó con las chavas, ahí, empecé a sentir cosas raras en mi cuerpo, como que no quería acercarme, no quería, pese a las indicaciones que me daba el director… había una parte de mí que se rehusaba a hacerlas. Entonces, eso fue lo más complicado porque de ahí lo que se detonó en mí, lo tuve que estar trabajando en las filmaciones. Más bien en la filmación como de, “híjole, pues no, a darle, no lo pienses, no pienses en las consecuencias, piensa que es real, que es buena onda”.
Más allá del personaje, ¿hubo algún momento de rodaje que te retara como profesional?
Siempre, la verdad es que todas las escenas, porque siempre son un reto. Sabes perfectamente que tienes determinadas tomas y entonces cada una es una oportunidad para hacerlo mejor. Y la verdad es que cada escena, cada paso de Alfredo, cada palabra, cada diálogo, cada acción, siempre ha sido, o más bien, fue un reto, porque es un personaje muy complejo. Es un personaje demasiado oscuro, pero en la vida real, es de estos encantadores que tienen un doble discurso todo el tiempo.
¿Te identificaste con algo del carácter de Alfredo?
Nada. Me identifiqué con la parte divertida, porque es un tipo que, al final, con este encanto que tiene, es divertido. Entonces, con eso sí me identifiqué. Hicimos un trabajo previo antes de comenzar a filmar. Entonces, Claudia Ríos, nuestra coach, nos puso unos ejercicios de comunión entre la familia y demás. También trabajamos mucho con Pitipol Ybarra. A mí me gusta mucho trabajar los personajes para encontrarles la parte humana, el cómo se lavan los dientes o cosas muy elementales como si bosteza, si se estira, si es pedorro… Todo eso te hace encontrar la esencia del personaje, es la parte humana.
¿Descubriste algo de ti mismo a la hora de interpretar a Alfredo?
Híjole. Creo que eso ya lo había descubierto en otros personajes. Este trabajo, por la generación a la que pertenezco, de transformación, en la que tenemos que trabajar los hombres, están estas líneas directas al machismo, a lo que nos inculcaron, a esta presión social, y más con este personaje, que es de familia, que es un hombre con un lugar privilegiado y que tiene que ser un ejemplo, pero pues, que al final, es un tipo que está roto, que está enfermo, que tiene que tratarse. Pero ante la sociedad, es un tipo con muchísima luz. Creo que los personajes, más los que son villanos, te enseñan mucho, sobre todo, te enseñan mucho la mierda, y cómo no ser.
¿Tienes alguna escena que te haya marcado?
Las escenas, por ejemplo, con Ludwvika Paleta, en esta segunda temporada. He tenido oportunidad de trabajar con ella en otros proyectos, ya he sido su esposo varias veces, y esta vez no soy, pero ella tiene una verdad como actriz fabulosa, entonces yo tengo una admiración hacia ella importante fuera del set. Pero hablando del set, siempre me lleva a lugares muy interesantes actoralmente. Entonces estar a su lado, pues evidentemente, en la mayoría de nuestras escenas, siempre fue delicioso, muy enriquecedor, como actor. También la comunión que tiene este personaje con su hija, con Karena Flores, también hubo una escena hermosa, porque este tipo, por más que es una basura, tiene un amor gigantesco a su hija.
Este tema muy fuerte porque hasta dónde tenemos que aceptar a la familia, el amor, la dependencia, la codependencia, hablando de padre e hija o hasta dónde tenemos que aceptar que nos lastimen. Los lazos de sangre son poderosísimos, pero también tenemos que romperlos cuando algo te daña, sin importar que sea tu papá, tu mamá, tu hermano, tu hijo o tu hija. En esta segunda temporada el encuentro entre el papá y la hija es muy potente, es muy importante. Entonces debía tener una carga emocional muy real fuera del camino oscuro, tenía que ser absolutamente real y tenía que haber un amor profundo. Esa escena fue muy potente porque sí, sí estábamos los dos con un nudo en la garganta.
Si la historia llegara a continuar, ¿qué aspecto de Alfredo te gustaría explorar más allá?
Yo creo que tendría que ser el arrepentimiento y tendría que pagar todo el daño que ha hecho.
¿Qué consejo le darías a alguien que, como actor, se enfrenta a un personaje tan complejo y lleno de contradicciones como Alfredo?
El consejo que daría sería que conozcan al personaje hasta el hueso, que no lo juzguen, que no acepten sus conceptos en la vida, pero que no lo juzguen, que encuentren las fracturas emocionales y que piensen en el pasado del personaje, que piensen en cuando era un niño. ¿Qué le sucedió? ¿Qué le tuvo que suceder para que se convierta en este ser tan desagradable?
Finalmente, Flavio invitó a nuestros lectores a que vean en ViX, el servicio de streaming en español líder en el mundo, la segunda temporada de Isla Brava y conozcan cómo se sigue desarrollando esta historia cargada de acción, suspenso e intriga.