Han pasado casi 20 años desde que The Devil Wears Prada se convirtió en un clásico moderno del cine y la moda. La elegancia minimalista, el poder silencioso del vestuario de Miranda Priestly y la evolución visual de Andy Sachs marcaron a toda una generación. Por eso, no es de extrañar que los primeros looks revelados de The Devil Wears Prada 2 estén siendo observados con lupa… y, en muchos casos, con escepticismo.
¿Demasiado juguetón para Miranda?
Uno de los atuendos que más ha generado conversación es un abrigo con borlas usado por Meryl Streep. Aunque firmado por Dries Van Noten, la pieza ha sido calificada por muchos como “demasiado juguetona” para una figura como Miranda, conocida por su estética sobria, imponente y perfectamente controlada.
¿Qué pasó con la evolución de Andy?
Anne Hathaway, por su parte, luce en algunas imágenes con looks casuales, más cercanos al streetwear elevado que a la elegancia estructurada que caracterizaba a su personaje al final de la primera película. Para muchos fans, este giro no parece una evolución lógica.
La dirección de vestuario es distinta
Buena parte de las críticas apuntan a la dirección creativa detrás del vestuario. Esta vez, el diseño de vestuario corre a cargo de Molly Rogers, quien también lidera el departamento de And Just Like That…, la serie secuela de Sex and the City.
Aunque Rogers fue discípula de Patricia Field (la diseñadora original del Diablo viste a la moda), sus decisiones recientes han sido cuestionadas por un estilo considerado forzado, artificial y cero aspiracional.