En una de las entrevistas más íntimas y conmovedoras de su carrera, Maribel Guardia se sentó frente a las cámaras de Netas Divinas para compartir el capítulo más doloroso de su vida: la pérdida de su hijo, el también cantante Julián Figueroa.
Con la voz entrecortada y los ojos llenos de lágrimas, Maribel relató cómo ese domingo, mientras se encontraba en el teatro, su hijo ya había fallecido… y ella aún no lo sabía.
Me senté a pedirle a la Virgen por mi hijo, sin saber que ya no estaba con vida.
Al llegar a su casa, lo primero que hizo fue mirar una imagen de la Virgen pintada por su madre. Su reacción fue humana, desgarradora.
Quería reclamarle. Le había pedido tanto por él… Pero cuando me acerqué, no pude. Le dije: ‘¿yo qué puedo reclamar, si tú también perdiste a tu hijo?‘
Ese momento de profunda espiritualidad fue, para Maribel, un punto de inflexión. En lugar de sentir rabia, encontró paz.
Seguramente te lo llevaste porque era su momento… o quizás lo salvaste de algo peor. Después de rezarle, me sentí en paz. Ya después lo fui a ver… fueron momentos muy duros, pero también de mucho aprendizaje.
Con esta entrevista, la actriz no solo mostró su inmensa fortaleza, sino que también envió un mensaje de esperanza a quienes atraviesan un duelo: la fe, la gratitud y el amor pueden convivir incluso en medio del dolor más profundo.