El segundo heredero al trono británico quiere que el príncipe y la princesa estén en contacto con el mundo real.
Los príncipes William y Henry de Inglaterra son los principales representantes del nuevo tipo de monarquía más abierta y sencilla que pretende consolidarse en el siglo XXI, una labor que no han dejado de cultivar en las últimas semanas al hacer gala de una actitud relajada y espontánea mientras abanderaban causas como la prevención del sida o la lucha contra la discriminación que a día de hoy todavía sufre el colectivo homosexual.
Los aires de renovación que ambos han traído a la normalmente anquilosada Casa Real británica sería el resultado del tipo de educación que los nietos de Isabel II recibieron de su madre, Diana de Gales, quien inculcó a ambos la importancia de mantenerse en contacto con las necesidades de la sociedad y de exhibir una actitud más: valores que ahora los duques de Cambridge estarían transmitiendo a sus hijos George (3) y Charlotte (1).
“Creo que la gente de a pie se puede identificar con ellos fácilmente, William y Henry tienen los pies en la tierra y cuando hablas con ellos te das cuenta de que son muy simpáticos y amables. Por eso pienso que a las nuevas generaciones les resultan más espontáneos y más cercanos a la realidad. Probablemente se deba a Diana, ellos han tomado su relevo en lugar de adaptarse al modelo tradicional de familia real, que es mucho más distante”, explicó el fotógrafo Samir Hussein, amigo personal de los príncipes, antes de explicar por qué George y Charlotte tendrán que dar continuidad a esa nueva imagen de modernidad que proyectan su padre y su tío.
“Estoy seguro de que los niños van a seguir esos mismos pasos. William tiene muy claro cómo quiere criar a sus hijos, quiere que sean tan humildes e informales como lo son William y él, que interactúen más con la gente de a pie”, añadió durante un evento en Londres patrocinado por la empresa de viajes Butlins, con la que colabora en un proyecto fotográfico.
Para Samir Hussein, un ejemplo claro de esta nueva era de apertura fue el simbólico gesto que tuvo Henry al someterse a una prueba del VIH que fue retransmitida en directo a través de Facebook, con el objetivo de concienciar a los jóvenes de la importancia de someterse a este tipo de pruebas preventivas.
“Nadie esperaría hace unos años ver a un miembro de la realeza haciéndose un test del VIH, y lo mismo sucede con todo el trabajo solidario en el que Henry y William se involucran y se dejan la piel. Son grandes modelos a seguir”, afirma Samir.