El thiller dramático iraní de venganza, del director Jafar Panahi, quien fue encarcelado por tres años en su país natal, Irán, se llevó la Palma de Oro en el Festival de Cannes.
La actriz Cate Blanchett entregó el premio al cineasta disidente iraní por su thriller de venganza que lanza una dura acusación contra la corrupción y la tiranía en Irán.
El director que ganó la Palma de Oro volvió a Cannes, después de haber estado encarcelado en su país natal y de llevar a cabo una huelga de hambre.
“Un simple accidente”, fue una película rodada en clandestinidad, la cual narra el encuentro fortuito de un hombre que cree reconocer a su torturador en las calles de Teherán. “Lo que empieza como un accidente sin importancia pone en marcha una serie de consecuencias que van en aumento”, dice la sinopsis oficial.
Panahi tuvo que filmar a escondidas, al igual que sus películas anteriores, por la prohibición de veinte años sin filmar que se le impuso, cuando también se le prohibió viajar al extranjero y conceder entrevistas, además de pasar un tiempo en arresto domiciliario, todo consecuencia de una sentencia en la que se le acusa de “conspirar contra el Gobierno”, y por su “colusión contra la seguridad nacional y propaganda contra el sistema”, al er un crítico del gobierno de su país, y por haber asistido al funeral de Neda Agha-Soltan, la joven iraní asesinada durante las protestas electorales en Irán en 2009, a manos de la milicia.
El cineasta cuenta con una extensa filmografía, la cual le ha provocado problemas de censura en su país natal, incluyendo un tiempo en la cárcel, sin que esto frene su producción.
El público de Cannes se levantó para dar una ovación de pie para el cineasta que tuvo prohibido salir de Irán durante más de 15 años.
Tras agradecer a su familia y a su equipo, Jafar dedicó unas palabras a sus compatriotas. “Quiero dirigirme a todos los iraníes, sin importar sus opiniones, dentro y fuera del país. Dejemos de lado nuestras diferencias. Lo más importante es Irán y su libertad. Alcancemos ese momento, juntos, en el que nadie se atreva a decirnos qué debemos vestir, qué hacer o qué no hacer”, expresó.