La trágica historia de una madre y su hijo, quien perdió la vida en el bar Pulse de Orlando, Florida.
Mina Justice dormía plácidamente la madrugada del domingo 12 de junio cuando un mensaje llegó a su celular.
Eran las 2:06 de la madrugada.
Sobresaltada, Mina leyó el mensaje en su móvil. Era de su hijo Eddie.
?Mommy I love you. In club they shooting?(Mamá, te amo. Están disparando en el club?), se leía en el texto.
El joven de 30 años le escribió a su madre desde el baño del bar Pulse, donde Omar Saddiqui Mateen desató su furia contra los asistentes del lugar.
La angustiada madre trató de ponerse en contacto con él. Marcó al celular de su hijo repetidas veces pero Eddie no contestaba.
“Trapp in bathroom” (“Estoy atrapado en el baño”), respondió con un mensaje a su mamá.
Los mensajes entre madre e hijo fueron pocos. Para Mina fueron minutos angustiantes.
Los últimos minutos para Eddie fueron angustiantes.
?¿En qué club??, preguntó Mina a Eddie.
“En el Pulse. Llama a la Policía?, respondió Eddie.
Mina recibió a las 02:39 el peor mensaje de su vida. El que nunca olvidará y el que nunca desearía haber recibido.
“He’s coming. I’m gonna die” (“Viene hacia aquí. Voy a morir”).
Mina, desesperada, le respondió a su hijo que ya había marcado al 911 y que la ayuda llegaría pronto.
?Los estoy llamando, responde tu teléfono?, expresó la angustiada madre a su hijo.
Justice respondió: ?llámalos mami, ahora. Sigo en el baño. Él está llegando. Voy a morir?.
Eddie Justice no volvió a responder. Fue una de las 50 víctimas que falleció en el bar Pulse de Orlando, Florida.
