El príncipe William rompe el protocolo y se une a Time’s Up

  • Twitter
  • Email
  • Print

Aunque el heredero al trono debe verse imparcial, la noche de ayer decidió hablar sobre la equidad entre hombres y mujeres.

Aunque a su llegada a la alfombra roja dispuesta a las afueras del mítico Royal Albert Hall los duques de Cambridge atrajeron todas las miradas por su innata elegancia y, sobre todo, por el hecho de que la duquesa optó para la ceremonia de entrega de los premios BAFTA por un vestido color verde que contrastaba con el negro casi riguroso que lucían la mayor parte de las estrellas de cine -en consonancia con el movimiento ‘Time’s Up’ que denuncia la discriminación y el trato vejatorio hacia las mujeres de la industria-, lo cierto es que los ‘royals’ no se mantuvieron del todo ajenos al gran debate en el que está inmerso el sector del cine desde hace meses tras salir a la luz los escándalos sexuales de figuras como Harvey Weinstein o Kevin Spacey.

Y es que a pesar de que los miembros de la familia real no deben tomar parte en cualquier campaña de corte político o social que cuestione su imparcialidad y total independencia ante los asuntos públicos -lo que explica la elección estilística de la duquesa de Cambridge anoche-, su papel eminentemente ceremonial no implica que el heredero de la corona británica, como ya ha hecho en otras ocasiones junto a su hermano Harry, no pueda aprovechar su privilegiada posición para transmitir buenos valores y defender causas justas.

Por eso mismo, en el tradicional discurso escrito que se publica pocas horas antes de la gala, William no dudó en abordar la grave problemática que se deriva del acoso laboral, de la discriminación y de los abusos de poder que, aunque no se limitan ni mucho menos al mundo del espectáculo, han quedado especialmente reflejados en su seno desde que, el pasado octubre, empezaran a conocerse un sinfín de caso de agresiones sexuales y otras conductas inapropiadas de similar naturaleza.

Lo duques de Cambridge estuvieron presentes en la entrega de los premios Bafta.

“Equilibrar los espacios de trabajo y garantizar que disponemos de un entorno laboral seguro para aquellos que aspiren a convertirse en actores, directores y profesionales de la industria -independientemente de sus circunstancias personales- es vital para que el sector siga creciendo y sea accesible y emocionante para las nuevas generaciones.

“Como presidente, estoy muy orgulloso del liderazgo que han tomado los BAFTA en esta misión, en un año que sin duda ha hecho temblar los cimientos de la industria gracias a esa gente valiente que ha hablado alto y claro sobre el acoso y los abusos sufridos, a pesar de los riesgos que pudieran correr sus carreras profesionales o su reputación”, reza parte del texto firmado por el nieto de Isabel II.

Aunque Kate Middleton tuvo que desmarcarse por imperativo protocolario del símbolo por excelencia de estas iniciativas lideradas por las féminas del cine -unos vestidos negros que ya dominaron la alfombra roja de los Globos de Oro-, algunos comentaristas británicos han querido ver en sus complementos un discreto guiño a las impulsoras de ‘Time’s Up’ y #MeToo, concretamente en el cinturón que incluía su atuendo y en el pequeño bolso que llevaba bajo el brazo, ambos completamente negros.

Sin embargo, es más que probable que la elección tuviera un sentido más estético que político.

  • Twitter
  • Email
  • Print
Más contenido como este