Ante la espera por saber quién será el nuevo Papa, te contamos cuánto dura su mandato en El Vaticano.
El pontificado de un Papa se define como el periodo en que sirve como el líder de la iglesia Católica. Este cargo es vitalicio, lo que significa que dura hasta la muerte o renuncia del Papa.
En la historia de la Iglesia Católica, ha habido papados que han gobernado durante décadas, mientras que otros han tenido pontificados muy cortos, algunos durante solo unos días, por ejemplo, Pio IX, duró 31 años, 7 meses y 22 días, el pontificado más largo de la historia de la Iglesia.
Por otro lado, Juan Pablo 11 duró 26 años, 5 meses y 18 días, mientras que Juan Pablo 1 duró solo 33 días.
El papado no tiene una duración definida, puede durar unos días hasta décadas, dependiendo de la longevidad del Papa y de su renuncia.
Lo que debes saber del Cónclave
Este miércoles comenzó el cónclave, y salió la primera fumata de la chimenea instalada en la Capilla Sixtina en el Vaticano, la cual fue negra en la primera ronda de votaciones, lo que significa que no se ha elegido a un nuevo Papa que liderará la Iglesia Católica.
Ciento treinta y tres cardenales fueron recluidos en el Vaticano para dar inicio al ritual antiguo lleno de misterio y tradición del que saldrá el sucesor del Papa Francisco.
Los cardenales que viajaron de todos los lugares del mundo a Roma están aislados del mundo en la Capilla Sixtina, donde votan en secreto y en silencio bajo el famoso fresco de Miguel Ángel de “La creación de Adán”, que ocupa el techo de la sala y su monumental “juicio final”.
El proceso se dice que está guiado por el Espítiru Santo y está diseñado para ser libre de interferencias externas.
La Santa Sede pide a los cardenales que entreguen sus celulares durante el cónclave y deshabilita la cobertura móvil en el Vaticano. Además planea usar inhibidores de señal alrededor de la Capilla para impedir la vigilancia y la comunicación con el mundo exterior.
Los cardenales que deben tener al menos 80 años de edad, quienes representan la presencia del catolicismo en África, Asia y América Latina, así como su base de poder tradicional en Europa, emiten su voto en papeletas y la votación continúa hasta que un candidato obtiene la mayoría de dos tercios, o 89 votos. Después de cada dos rondas de votación, las tarjetas se queman en una estufa especial: si sale humo negro quiere decir que no hay decisión, como ocurrió este miércoles, mientras que si sale color blanco significa que se ha elegido un nuevo Papa, sin embargo, no ha ocurrido.
El cónclave puede durar varias rondas de votación. El más largo de la historia duró casi tres años. A partir de este jueves serán cuatro votaciones por día. Durante la mayor parte del último siglo se han requerido entre tres y ocho votaciones para elegir al papa.
Juan Pablo I, quien gobernó la Iglesia durante 33 días en 1978, fue elegido en la tercera votación. Para dar con el sucesor, San Juan Pablo II, se necesitaron ocho y el Papa Francisco salió en la quinta en 2013.
Una vez que se elige al papa, decide el nombre que tendrá como pontífice y entra a la “sala de las lágrimas”, llamada así por el peso emocional de la responsabilidad que tiene por delante. Minutos más tarde, es presentado al mundo desde el balcón de la Basílica de San Pedro, se revela su nombre de bautismo, en latín, seguido por el nombre papal que eligió.