La actriz confesó que la muerte de su padre la llevó a comer de más y a engordar varios kilos.
Aunque ha dejado ver que leva una vida sana con alimentación y ejercicio, Eiza González ha sido blanco de críticas más de una vez por su esbelta figura; ahora la actriz habló sobre la depresión que le llevó a ganar kilos de más.
Eiza tocó el tema de su peso al hablar de uno de los momentos más duros a los que ha enfrentado: la muerte de su padre, Carlos González, cuando ella era solo una adolescente.
“Perdí a mi padre cuando era muy pequeña, aunque no tanto como para no ser consciente de lo que ocurría. Mi padre y yo teníamos una relación fantástica, muy cercana. Caí en un pozo y no pude lidiar con esa pérdida. Empecé a comer más de la cuenta y engordé muchos kilos. Estaba muy triste, no me encontraba bien. No diría que tuviera un problema con la comida, simplemente tenía una depresión”, confiesa.
Eiza también también habló de su madre e inspiración, la exmodelo Glenda Reyna: “Mi madre siempre ha sido el alfa del grupo. La admiro porque siempre ha sido una madre trabajadora”.
La actriz mexicana está haciendo méritos para convertirse en la nueva musa latina de Hollywood: no solo ha desembarcado con fuerza en la industria interpretativa estadounidense con papeles en la serie ‘Abierto hasta el amanecer’ o la película ‘Baby Driver’, también está emulando a otras grandes estrellas como Salma Hayek o Gina Rodriguez al posicionarse como feminista declarada y haciendo campaña para acabar con la discriminación hacia las mujeres en general y sus compatriotas en particular.
“Escribí un ensayo que me gustaría publicar algún día que habla sobre qué significa ser una mujer latina en el mundo”, asegura Eiza en una conversación con la revista Latina, en la que se sincera sobre cuáles son desde su punto de vista las dificultades a las que se enfrentan las jóvenes hoy en día.
“Es muy difícil hacerte escuchar en un mundo dominado por hombres. La gente siempre está comparando a una mujer con otra y menospreciándolas. Estoy totalmente en contra de eso. Tenemos la obligación como mujeres de no competir entre nosotras porque los hombres ya lo están haciendo”.
