El cantante dijo adiós en el Estadios Azteca, donde se congregaron más de 85 mil almas.
Frente a 85 mil fans, Vicente Fernández dijo adiós a los escenarios agradeciendo a Televisa y a Emilio Azcárraga la oportunidad de despedirse como siempre lo soñó.
El Charro de Huentitán dio inicio a su despedida en punto de las 21:18 hrs. “No me sé rajar” fue el primer tema de una noche que se llenó de sentimiento, anécdotas y canciones al por mayor que hicieron que la velada se prolongara hasta la 1 de la madrugada de este domingo.
“Muchísimas gracias, queridos amigos; quisiera decirles unas palabras. Siempre he creído que en este mundo habemos dos clases de personas: los ricos muy pobres y los pobres muy ricos, porque el dinero es tan vulgar y tan corriente que gracias a Dios y a todos ustedes hasta un ignorante como yo ha logrado tener una vida. Pero hay una cosa que no se compra ni con todo el oro del mundo y eso ustedes me lo han dado sin tener que ponerles una pistola en la cabeza y es lo único que me gustaría dejarle de herencia a mis hijos”, fueron sus primeras palabras.
“Que digan con humildad que fueron hijos de un gran señor que tuvo dos vicios: trabajar mucho para darles todo lo que nunca tuvo y ser capaz de quedarse muerto en un escenario para llevarse lo que más quiso en esta vida: su respeto su cariño y sus aplausos”, expresó Vicente con la voz entrecortada y con algunas lágrimas asomandose en su rostro.
La noche se llenó de temas inolvidables como “Que te vaya bonito” y “Me voy a quitar de en medio”, pero lo mejor estaba por venir. Alejandro Fernández apareció en el escenario para estar en el último concierto de su padre y ser parte de él.
La noche se llenó de nostálgia y promesas: “Te prometo que jamás voy a dejar morir la música mexicana. Siempre la llevo en el alma y en el corazón y la seguiré llevando a todo el mundo, a donde se me abran las puertas, como tú me lo encargaste”, dijo Alejandro a su padre.
Por unos minutos, Alejandro se hizo dueño del escenario mientras su padre se cambiaba el traje de charro. El Potrillo cantó “Mi querido viejo” y “Mátalas”. Le obsequió piropos y su moño a su madre, doña Cuquita, quien presenció el concierto en primera fila.
Vicente regresó al escenario para continuar la noche y regalar su voz a los cientos de fans que se dieron cita en el Azteca.
EL cantante ofreció una velada en la que honró a Joan Sebastian, le ofreció algunas palabras y continuó cantando.
También defendió a su tierra de las acusaciones de Donald Trump, de quien dijo: “Hay un mendigo candidato en Estados Unidos y yo digo que el día que me lo encuentre le voy a escupir la cara le voy a mentar la madre y le voy a decir lo que nunca le han dicho en su mendiga vida”.
El reloj marcaba la 1 de la madrugada de este domingo 17 de abril cuando Vicente Fernández abandonó el escenario mientras el mariachi entonanba “Las golondrinas”. Entre lágrimas y ondeando su sombrero en los aires, el Charro de Huentitán dijo adiós en el Estadio Azteca para siempre.
