El torero de 21 años confirmará su alternativa el próximo domingo 11 de diciembre en la Plaza de Toros México.
Si hay que distingue a Gerardo Rivera es sin duda la entrega; este joven torero de 21 años tiene muy claro lo que quiere alcanzar y no escatima en esfuerzos para lograrlo.
El torero tlaxcalteca nos platicó en entrevista acerca de su experiencia en la fiesta bravay se sentir ante la próxima confirmación de su alternativa en la Plaza de Toros México, el domingo 11 de diciembre.
Fue desde muy temprana edad cuando Gerardo sintió atracción por la fiesta brava, recuerda que un día acudió con su padre a una plaza de toros, y aunque sólo pudo entrar casi al final, la experiencia lo marcó.
“Desde muy niño he admirado a ?El Juli?, es un espejo que tengo desde muy pequeño y pues me gustaría llegar a donde está él, que para mí es el número uno”, confiesa el joven torero oriundo de Apizaco.
Rivera comenzó a torear a los 15 años, y combinaba esta diciplina con sus estudios, pero un incidente le mostró, asegura, que debía dedicarse al cien por ciento a los toros si quería destacar.
“A los 16 años me pegaron mi primer cornada, y fue una cornada muy fuerte, me partió el gemelo y había posibilidades de que no pudiera volver a caminar, fue muy difícil porque yo estaba en la escuela y los toros y en esta carrera hay que entregarse al cien, el compromiso era muy grande y no di lo que se esperaba, fue por eso me lastimé. Creo que desde ese día entendí que si de verdad uno quiere ser torero, tiene que estar entregado totalmente”.
El joven torero Gerardo Rivera.
Fue también a los 16 cuando el joven, gracias a su apoderado el ganadero Sergio Hernández, tuvo la oportunidad de viajar a España donde prácticamente se formó y vivió cinco años.
“Yo creo que todo España ha sido mi vida, me ha marcado como persona y como torero, ha sido mi base, allá me formé y ha sido bastante importante”, asegura Rivera, pero reconoce que no fue fácil estar tanto tiempo lejos de su casa y su familia.
“Fue difícil, pero yo creo que él ( Sergio Hernández) me vio las cualidades justas para ir a España, estar allá y aguantar cinco años no es fácil (?) pero más que nada el dar los resultados, porque si das el resultado un año te dan el chance para volver el otro que viene”.
Al cuestionársele sobre otras actividades de las que disfrute o en las que ocupe su tiempo, Gerardo las descarta.
“Mis 24 horas son de esto, es lo que me ha dado todo lo que soy y le he entregado mi vida, y la verdad es que lo disfruto muchísimo, sino estoy haciendo nada pues me voy al campo, pero nunca me voy a una fiesta, no suelo hacerlo, muy de vez en cuando, también ir al cine y cosas así, pero más me encanta mi carrera”, asegura.
Rivera en la Plaza de Toros Jorge ‘El Ranchero’ Aguilar, en Tlaxcala.
El antes y el durante de estar en el ruedo
Como en cualquier desciplina el entrenamiento es fundamental, y Gerardo dedica todo su tiempo para preparse siempre lo mejor posible.
“Mi entrenamiento físico es el de un atleta, gimnasio, correr y mucho entrenamiento de salón, que te embista alguien y luego tú con tus trastos, es muy importante para que no te pesen las cosas”, explica.
“Cuando hay tardes malas, que no te salen bien las cosas pues al contrario, yo creo que los entrenamientos los doblego a más tiempo, me meto más en razonamiento mío qué hice mal, qué pasó, eso tiene que ser así, y cuando hay un éxito pues el doble”.
Justo antes y al entrar al ruedo son muchas las sensaciones por vivir, y contrariamente a lo que podría pensarse, el estar frente a un toro le da a Rivera, un extraño tipo de relajación.
“Estás nervioso y tienes mucho miedo por la responsabilidad de la gente, de tus contrincantes, tus alternantes, es un reto, pero eso ya se suple cuando entra el toro, empiezas a torear y a relajarte, antes de que salga sí es un poco difícil, ya cuando sale y lo empiezas a parar y a torear, como que tu estado empieza a bajar”.
Gerardo confirmará su alternativa el próximo domingo.
El gran día
En un ambiente festivo en la Plaza de Toros Jorge ‘El Ranchero’ Aguilar, el pasado 2 de noviembre, Gerardo Rivera tomó la alternativa con Joselito Adame como padrino de lujo y Octavio García ‘El Payo’ como testigo, y ahora corresponde llevar a cabo la confirmación de la misma, lo que se llevará a cabo en la Plaza de Toros México el próximo domingo 11 de diciembre.
“Estoy loco porque llegue el día, porque es un día que he esperado por mucho tiempo, sé que va a ser un día importante, no es un reto fácil, pero algo que me ha caracterizado en mi vida y lo que siempre me ha gustado es buscar los retos, cuando era niño yo me decía, algun día me tengo que ir a España y alla me voy a formar y voy a torear en Las Ventas, entonces lo logré y creo que mi vida taurina ha sido así, entonces este es uno de los retos que he buscado y bueno, ya está cerquita”, asegura Rivera, quien confiesa además sentir una gran emoción y responsabilidad una gran emoción al verse anunciado en el cartel.
“Pues muchos dirán que si estoy nervioso o cosas así, pero al contrario, estoy muy feliz, es un día que he esperado por mucho tiempo, cuando estaba en España y había días difíciles pues me acordaba de que algún día iba a llegar un día así, y pues ya llegó y lo estoy disfrutando muchísimo”.
Gerardo en la plaza de toros Jorge ‘El Ranchero’ Aguilar.
“Que mi nombre suene muy fuerte”
El joven torero señala que en la fiesta brava, como un muchas disciplinas, hay tardes buenas y malas, pero lo importante es tener bien definido a dónde se quiere llegar y tener la cabeza fría.
“Uno tiene que tener bien claro a donde quiere llegar, sino sabes a donde quieres llegar va a haber alguna persona que te va a decir algo malo y te va a afectar”.
Cuestionado sobre cómo le gustaría ser recordado, Gerardo afirma: “creo que ser una leyenda a todo mundo le gustaría, y a mí me gustaría muchísimo que mi nombre sonara muy fuerte”.
“Estoy muy orgulloso de ser tlaxcalteca y de poder lograr algo muy bonito para mí y para mi tierra, yo creo que soy un ejemplo para cualquier chaval que quiera iniciar en esta carrera, yo creo que mi disciplina me ha hecho llegar a donde estoy”.
