David Armstrong-Jones, el segundo conde de Snowdon, es uno de los hombres más cercados al rey Carlos III, que este 14 de noviembre celebra su cumpleaños.
Armstrong-Jones nació en Clarence House en 1961. Desde su nacimiento, ocupó el quinto lugar en la línea de sucesión al trono británico, posición que ha descendido al lugar 24 con el tiempo. Su infancia transcurrió en los pasillos de Buckingham, compartiendo momentos con los hijos de la reina.
Sin embargo, su verdadero vínculo con Carlos III, el actual monarca británico, no se estableció en la infancia, sino años más tarde, a través de una pasión común: el diseño.
En los años 80, David asistió a la Escuela para Artesanos de la Madera en Dorset, decidiendo posteriormente fundar su propia empresa de diseño de muebles, un interés que Carlos III siempre respetó. Esta afinidad por la carpintería también fue compartida por Carlos III, quien colaboró en el diseño de muebles de jardín, publicados en la revista Architectural Digest en 2003.
David se casó con Serena Stanhope, una prima lejana de Diana de Gales. La pareja se divorció en 2020. En su carrera profesional, David enfrentó desafíos financieros con su empresa, que estuvo cerca de la quiebra antes de ser rescatada por un oligarca ruso.
El encargado de modernizar el estilo del rey
Más allá de su carrera en el diseño de muebles, David Armstrong-Jones ha jugado un papel crucial en la modernización del estilo del Rey Carlos III. Recientemente, durante una visita oficial a Francia, Carlos III lució unas gafas modernas, modelo “Lemtosh” de Moscot, un regalo de su primo David, que contribuyó a ofrecer una imagen más actualizada del monarca.
Otros cambios notables en el estilo de Carlos III, atribuidos a la influencia de David, incluyen el uso de corbatas con diseños inusuales, como dinosaurios, y una paleta de colores más clara en sus trajes durante viajes internacionales.
Los medios británicos señalan que David se ha convertido en los nuevos “ojos y oídos” de Carlos III. Su relación, que ha evolucionado de una buena a excelente, se fortalece con frecuentes paseos y vacaciones juntos en Rumanía, donde el conde informa al rey sobre diversos asuntos.
Esta evolución en la relación entre David Armstrong-Jones y el Rey Carlos III señala un cambio en la dinámica de la familia real británica. Donde antes predominaban las damas de compañía de Isabel II, ahora resalta la influencia de los íntimos de Carlos III, entre ellos, su primo David, quien desempeña un papel crucial en el asesoramiento del monarca, tanto en decisiones personales como en cuestiones de estilo.
