Hace casi 10 años, Kate del Castillo fue blanco de críticas por confesar que mantuvo cercanía con Joaquín “El Chapo” Guzmán, uno de los narcotraficantes más buscados por la DEA.
Fue el 2 de octubre de 2015, cuando Kate se reunió en privado con el líder del Cártel de Sinaloa y uno de los más buscados. El encuentro en la sierra de Sinaloa contó con la participación del actor estadounidense Sean Penn. Esta reunión buscaba explorar la posibilidad de hacer una película sobre la vida del narcotraficante. Sin embargo, la opinión pública y las autoridades mexicanas lo vieron como un acto de complicidad hacia el capo.
Este encuentro generó gran controversia mediática, afectando su carrera y provocando rechazo social.
Tras la reunión, las autoridades mexicanas iniciaron una investigación a través de la PGR para determinar si Kate del Castillo recibió fondos del narcotraficante para su marca de tequila o su proyecto cinematográfico, lo que podría implicar lavado de dinero. Ante la posibilidad de enfrentar cargos en México, Kate optó por quedarse en Estados Unidos. A través de sus abogados, expresó su disposición a declarar, pero no solo en territorio estadounidense.
La actriz se sintió acosada por el gobierno mexicano y sostiene que las acusaciones en su contra tienen un trasfondo político. Con la llegada de Andrés Manuel López Obrador a la presidencia, la actriz pudo regresar a México, aunque las secuelas de esa experiencia aún persisten.
Kate ha comentado que el estigma asociado a ese episodio la ha seguido durante años, limitando sus oportunidades laborales y afectando su bienestar emocional.
Durante su paso por la alfombra roja de los Premios Platino, la actriz habló brevemente sobre el proceso legal que enfrenta y dijo que los resultados han sido positivos, aunque se reservó detalles por cuestiones de confidencialidad legal.
“Es ridículo, pero ahí estamos... no puedo hablar, necesito hablar con mis abogados primero, pero sé que ahí va, lento pero seguro, pero prefiero hacer las cosas bien hechas”, dijo la famosa que actualmente vive en Los Ángeles, Estados Unidos, donde ha continuado su carrera con diferentes proyectos internacionales.
Kate dijo que no contempla regresar a trabajar a México. “Por el momento no, amo México y todo, pero ahorita se me abrieron las puertas que en México no y estoy muy contenta”, mencionó la famosa que ha preferido mantenerse lejos de nuestro país.
Asimismo, destacó que su fortaleza para enfrentar la situación residió en “tener la verdad de su parte”, y en el respaldo de su familia y sus seguidores.
“Yo en esa época ni siquiera sabía que era crear una cancelación. Estaba preocupada por sobrevivir, poder hablar con mis padres de vez en cuando y regresar a mi país. Nunca me he preocupado por quedar bien con nadie”.
“Muchas veces sentí que mi carrera se iba a acabar. Cada vez que terminaba un proyecto pensaba, ‘ya no me van a volver a llamar. No solo por las inseguridades naturales de los actores, sino también por las situaciones que provoqué, como no poder regresar a mi país o ser cancelada”, añadió.