Hizo un llamado para evitar que las imágenes tengan cada vez más retoques.
Inma Cuesta, una actriz española mostró lo indignada que está después de que saliera a la luz la portada de una revista dominical del diario El Periódico donde, asegura, luce irreconocible.
A través de las redes sociales compartió un comparativo en el que mustra la misma toma, pero se ven marcados los retoques de Photoshop.
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La imagen va acompañada de un duro mensaje en el que expresa lo terrible que es este tipo de retoques.
“Verte y no reconocerte, descubrir que tu imagen está en manos de personas que tienen un sentido de la belleza absolutamente irreal.?Imagino que era necesario resaltar el azul cobalto del vestido, quitar algunos pliegues del mismo y subir los niveles de luz para hacer brillar más mi piel, pero no entiendo la necesidad de retocar mi cuerpo hasta dejarme casi en la mitad de lo que soy, alisar mi piel y alargar mi cuello hasta convertirme casi en una muñeca sin expresión. ?No es la primera vez que pasa, pero esto sobrepasa los límites de la realidad y me avergüenza.?La foto de la derecha fue sacada con mi móvil directamente del ordenador en la sesión de fotos, yo al completo, sin trampa ni cartón, Inma entera, la de al lado es una invención, es eso que se supone que debería ser... los “cánones” de belleza que “deberíamos” seguir, no me acompleja, no lo entiendo como una señal de lo que lo debería ser, sencillamente me indigna como mujer y me hace reflexionar muy seriamente hacía dónde vamos y reivindicar con fuerza la necesidad de decidir y defender lo que somos, lo que queremos ser independientemente de modas, estereotipos o cánones de belleza”, se puede leer en la red social.
Ante tal situación, el director de El Periódico de Cataluña, Enric Hernández, ofreció disculpas a la actriz por el exceso de retoque que mostraban sus fotos publicadas en el suplemento dominical del diario.
La justificación fue breve y al parecer causó más polémica, ya que se argumenta que “a la redacción del Dominical no llegaron las fotos originales, sino las modificadas”. Además se argumenta que el fotógrafo, Vicente Merino, y el responsable del estilismo, Daniel González, explicaron que las fotos de Inma Cuesta se retocaron siguiendo las “consignas” y “sugerencias” de la agencia.