Un libro de Rayo Guzmán donde el personaje principal es el perdón.
El título de este artículo es también el del libro más vendido de la escritora y experta en desarrollo humano Rayo Guzmán, con quien platicamos sobre una de las figuras más importante de nuestras vidas desde la óptica del desarrollo humano; sus lecciones y errores cometidos con los hijos en nombre del amor maternal.?
-Tu libro toca un tema fuerte y delicado, ¿cómo se aborda una temática como esta?
Cuando mamá lastima es un libro que fue todo un reto escribir, sobre todo en una sociedad en la que la figura de la madre es intocable, estamos acostumbrados a hablar bien de la nuestra porque nos dio la vida y genera incluso culpa el mencionar posibles fallas o errores que ella cometa.
Pero como soy mamá estoy consciente de que las madres no somos perfectas, somos mujeres que amamos a nuestros hijos y que a veces incluso con ese amor tan profundo los dañamos sin darnos cuenta. Por eso decidí tocar la temática de las heridas provenientes del vínculo materno desde la perspectiva del hijo adulto que habla de qué tipo de madre tuvo, qué tipo de herida tiene y también de cómo logró transitar por la ruta del perdón y la reconciliación.?
-¿De qué trata tu libro exactamente?
Es una recopilación de relatos breves en donde se narran las experiencias que se viven al lado de la madre desde la más tierna infancia hasta la vida adulta. Están basados en experiencias que escuché de miles de personas que durante varios meses me platicaron del tipo de heridas que guardaban o detectaron en su corazón de hijo. Es un libro lleno de esperanza, de mensajes de amor y que iluminan mucho a las mujeres que ejercemos el rol de mamá.
-¿De qué formas las madres pueden llegar a dañar a sus hijos?
Generalmente ocurre sin darnos cuenta. La mayoría de las veces por repetir patrones y por el peso de la herencia emocional que cargamos. Nos configuramos como madres siendo hijas y muchas hemos dicho desde el rol de hija que cuando seamos madres jamás le haremos a nuestros hijos (as) algo de lo que nuestras madres nos hicieron y que nos provocó dolor, sin embargo a veces es lo primero que hacemos cuando somos madres: repetir el patrón. Las heridas que narra el libro por citar algunas son: abandono, injusticia, humillación, comparación, sobreprotección, control, incluso el maltrato físico.?
-¿En qué momento una buena intención materna puede tornarse nociva o dañina?
Cuando sin darnos cuenta tratamos de controlar la vida de nuestros hijos a tal grado que les impedimos ser ellos mismos, cuando los protegemos tanto que incluso les mutilamos sus talentos y capacidades impidiéndoles ser personas independientes, valientes y autónomas, cuando sin querer somos imprudentes, no respetamos sus gustos, su esencia, su derecho de se ellos mismos, sus búsquedas personales, o queremos que sean como nosotras queremos y no les damos ese amor incondicional que les permita cometer sus propios errores y luchar sus propias batallas.?
Un libro que tienes qué leer.
-Estos daños, muchas veces inconscientes, ¿son inevitables desde el punto de vista familiar?
No lo creo. Considero que no existe la madre perfecta, ni la familia perfecta. Que todos somos seres humanos que estamos en un aprendizaje constante, y que nuestros hijos son lecciones y maestros a la vez. Por eso es que la comunicación y el perdón deben formar parte de la dinámica de la relación, la comprensión como una manifestación luminosa entre las almas, y que hablar con los hijos de lo que sentimos y de nuestros errores no disminuye nuestra autoridad como madres, sino que al contrario, teje un vínculo más amoroso y sano.
?-Se dice que los excesos son malos, ¿pasa lo mismo con el amor de madre?
Por supuesto, muchas veces los lastimamos de tanto que los amamos. Es un amor tan profundo que a veces nos hace perder la dimensión del daño que podemos estar ocasionado en un hijo, por eso es importante comunicarnos con ellos desde lo más honesto de nuestro ser para que se superen paradigmas y se genere una herencia emocional más sana. ?
-Se habla mucho de la comunicación madres e hijos pero, ¿qué otros aspectos se deben tomar en cuenta para tener una mejor relación?
Una mujer que se sana emocionalmente puede ser mejor madre. Por eso es importante empezar por nosotras mismas, por las que somos mamás, y antes de querer “arreglar” a un hijo, “arreglarnos” nosotros mismas. Una madre que está dispuesta a superar sus miedos, sus angustias, sus limitaciones emocionales, ya está dando un gran paso para mejorar su rol, y repito, seguirán existiendo tropezones en el camino, pero existirá una actitud y un nivel de relación distintos. Y eso es un gran avance.
Además cada hijo es diferente y lo que con uno te funciona con otro no, ser madre es como ser malabarista constante y por más que practiques a diario se te va a caer una pelota de las manos en el momento en que menos te lo esperas.
?-Eres mamá y también tienes una relación cercana con tu propia madre, ¿cómo es estar en medio de dos generaciones tan distintas?
Para mí, escribir Cuando mamá lastima ha sido un ejercicio interior como madre y como hija. Es estar en medio de dos paradigmas amorosos, es comprender lo que se me ha dado y revisar lo que doy, ha sido un ejercicio de gratitud y comprensión hacia mi madre y de reflexión y humildad ante mi hija y espero que para todas las madres que lean el libro también encuentren entre sus páginas esta posibilidad de hacer una recapitulación y dar un salto en la herencia emocional generando un amor más sano en el vínculo.
-¿La idea de que son las mamás quienes mantienen unidas a las familias está en desuso?
No lo creo, la fuerza de la madre es poderosa. La fuerza de su rol es indiscutible. Yo creo firmemente en que en una familia la madre puede lograr milagros, y si las que somos madres estamos conscientes de esto y ejercemos un amor más saludable en la crianza, estaremos aportando mucho al tejido social.
?-¿Cuál es el mejor consejo que puedes darle a una madre que quiere dar lo mejor?
Que se conozca a sí misma, que se sane sus propias heridas emocionales, que tenga confianza y diálogo con sus hijos para hablar de todo, con amor, mente abierta, acciones y reacciones amorosas. El ser madres no nos hace infalibles ni perfectas, ni lo sabemos todo, y no existen manuales para ser la madre perfecta. Los hijos, repito son lecciones y maestros, y el amor es lazo que nos une eternamente.
?-¿Cuál es el mayor reto actual de la maternidad?
La crianza saludable, despojada de prejuicios y paradigmas obsoletos de pensamiento. Una crianza en donde el vínculo sea amoroso, espiritual. Como lo dice uno de los personajes de mi libro: “Dicen que el amor de una madre no conoce los límites. A mí me gusta pensar que el amor de una madre es más saludable cuando los conoce. Esos límites configurados con amabilidad, con respeto, con gratitud. Esos límites que con el paso de los años definen dónde termina la madre y dónde comienza el hijo, que los convierten en individuos independientes con existencias propias, unidos por un fino cordón espiritual y amoroso que es irrompible y eterno”.??
Rayo Guzman, comunicadora, conferencista y experta en desarrollo humano. Autora de libros como La mujer de ceniza y el hombre que no podía escribir (novela de corte erótico), Tú princesa, yo sapo, Regalos para toda ocasión y Cuando papá lastima, entre otros.
