La presidenta de México y Donald Trump, sostendrán el martes su primera reunión presencial en el marco del G7, en Canadá. En este marco, Donald Trump mantiene en pie sus estrictas políticas migratorias.
El estadounidense declaró que se deben intensificar los esfuerzos para detener y deportar migrantes, sobre todo en ciudades como Los Ángeles, Nueva York y Chicago, donde residen millones de personas con estatus migratorio irregular y que consideró como “núcleo del poder demócrata”.
Trump dijo que las acciones llegarán a polos comúnmente vinculados a la migración, en particular a la comunidad latina y mexicana.
El anuncio de Trump ocurre después de las protestas contra las redadas, y de las masivas manifestaciones “No Kings Day”, el día de su cumpleaños.
En tanto, la presidenta de México sostuvo que el diálogo puede resolver cualquier situación, por lo que en su encuentro con Trump hablará de la situación que están enfrentando los migrantes.
“California no sería lo que es si no fuera por los mexicanos y las mexicanas, le recordaremos a Trump que las y los mexicanos que viven allá no son criminales, que son sencillamente personas que emigraron por necesidad y que son parte ya de la vida de Estados Unidos”, expuso.