Lionel Messi fue visto en la grada del Chase Stadium, donde cumplía una sanción por no asistir al Juego de las Estrellas de la MLS, luciendo un reloj tan llamativo como exclusivo: un Rolex Daytona “Barbie”.
La pieza combina diseño y audacia: caja de oro amarillo de 18 quilates, esfera rosa chicle con zafiros rosas en degradado, diamantes en los índices y una correa de piel de aligátor rosa, perfectamente a juego con los colores del club de Florida. Se trata de una pieza off‑catalogue: no aparece en el catálogo oficial de Rolex y solo está disponible para clientes VIP seleccionados.
Aunque su precio de lista se estimó originalmente en unos 395 000 USD (~400 000 €), en el mercado secundario su valor ha escalado hasta más de 700 000 £ (alrededor de 900 000 USD o 800 000 €), debido a su rareza: solo se conocen menos de 10 unidades en todo el mundo.
Antes de Messi, este modelo había sido visto únicamente en muñecas excepcionales, como la del actor Mark Wahlberg, lo que respalda su estatus de pieza casi legendaria dentro del mundo horológico de élite.
Para Messi, cuyo gusto por la alta relojería ya es ampliamente reconocido —es embajador de marcas como Jacob & Co. y suele lucir modelos de Rolex, Patek Philippe o Audemars Piguet—, este Rolex “Barbie” representa una declaración silenciosa de estilo y exclusividad: un objeto que solo unos pocos pueden poseer, pero que muchos pueden admirar.