La vicepresidenta Kamala Harris se perfila como una posible sucesora de Joe Biden en la candidatura presidencial de Estados Unidos, especialmente si el actual presidente decide no continuar su campaña de reelección.
Tras una actuación que generó preocupaciones en el primer debate presidencial, Harris ha surgido como la principal alternativa dentro del Partido Demócrata.
Kamala Harris, una amplia trayectoria en el servicio público
Kamala Harris, de 59 años, tiene una amplia trayectoria en el servicio público, fue fiscal general de California y senadora de los Estados Unidos antes de su elección como vicepresidenta en 2020.
Durante su tiempo en el Senado, Harris fue conocida por su defensa de la reforma del sistema de salud, la legalización del cannabis a nivel federal y una reforma fiscal progresiva. Su experiencia como fiscal general y senadora le ha dado un perfil sólido y la ha preparado para desafíos nacionales.
HBCUs are centers of academic excellence that have empowered communities for generations.
— Kamala Harris (@KamalaHarris) May 29, 2024
The impact and accomplishments of these institutions and their graduates are woven into the fabric of our nation.
And I am proud to be a part of that legacy. pic.twitter.com/KKAWvyCasp
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La opción más viable para el Partido Demócrata
Si Harris fuera nominada por el Partido Demócrata, ella heredaría la infraestructura y los fondos recaudados por la campaña de Biden, lo que le daría una ventaja significativa.
Cuenta con un amplio reconocimiento y apoyo dentro del partido, donde encuestas recientes la colocan competitivamente frente a posibles rivales.
Además, figuras influyentes como el representante Jim Clyburn, quien jugó un papel clave en la victoria de Biden en 2020, han expresado su apoyo a Harris como candidata presidencial.
President @JoeBiden and I are guided by a fundamental belief.
— Kamala Harris (@KamalaHarris) June 30, 2024
We work for you, the American people. pic.twitter.com/IMnsdqAvC8
Desafíos dentro y fuera del Partido Demócrata
A pesar de su posición prominente, Harris ha enfrentado críticas y desafíos, incluso las dudas sobre su capacidad para competir efectivamente contra candidatos como Donald Trump.
Su aprobación ha sido mixta, y algunos miembros del partido han explorado alternativas. Sin embargo, la estructura del partido y el proceso de nominación hacen que sea casi imposible pasar por alto a Harris, quien además enfrenta ataques que muchos aliados consideran sexistas y racistas.
Kamala Harris se mantiene como una figura central en la política estadounidense y una candidata potencialmente fuerte para la presidencia.
Su experiencia, junto con el respaldo dentro de su partido, la coloca en una posición favorable para liderar la candidatura demócrata si Joe Biden decide no presentarse.
A medida que se desarrollan las discusiones y preparativos para las próximas elecciones, Harris es sin duda una candidata a observar.
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