Aquella mujer que fue considerada por la propia reina Isabel II y su corte como una verdadera amenaza para la Corona inglesa por su relación extramarital con el príncipe Carlos, y la misma que fue señalada por Lady Di como la tercera en discordia en su matrimonio y que espetó sobre ella la famosa frase de: “Éramos tres en mi matrimonio, una multitud”. Hoy no solo será reina consorte, sino que además Camila Parker, antes Duquesa de Cornualles, representa increíblemente el futuro de la monarquía. La solución que hoy les pareció perfecta para acompañar a Carlos en el trono.
Todos conocemos la historia de amor entre el príncipe Carlos y Camilla Parker, quienes se casaron en abril de 2005, después de haber vencido numerosas barreras. La reina consorte, quien está por coronarse el próximo sábado 6 de mayo 2023, inició su relación con el heredero al trono británico, cuando ambos estaban casados con sus respectivas parejas, Carlos con Diana y Camilla con Andrew Parker Bowles —padre de sus dos hijos Tom y Laura—.
Posteriormente, Camilla se divorció en 1995 y Carlos lo hizo un año después e inmediatamente comenzó el escándalo ya que ella habría sido la “tercera en discordia” en el matrimonio de Carlos con la fallecida Lady Di. Hasta el momento, la esposa de Carlos, asegura que no ha nada sido fácil su relación, pues hasta el momento mucha gente sigue sin aprobarla. “Fui juzgada durante tanto tiempo que solo tienes que encontrar una manera de vivir con eso. A nadie le gusta que le miren todo el tiempo, y que le critiquen. Pero creo que al final, me levanto y sigo adelante. Tienes que seguir con tu vida”, expresó con Vogue.
Camilla Parker, la inglesa y amante del heredero que pasará a la historia como reina de Inglaterra
Camilla Rosemary Shand nació el 17 de julio de 1947 en Londres, Inglaterra. La mayoría de su infancia fue en Sussex, donde estudió en la escuela Dumbrells y después en la escuela Queens Gate, al sur de Kensington. Posteriormente, estudió en Mon Fertile School, escuela que se especializa en enseñar modales y etiqueta para personas que pertenecen a la alta sociedad europea. También estudió en el instituto británico de París, donde se enfocó en aprender francés.
A pesar de numerosos obstáculos, Camilla y el príncipe Carlos nunca se separaron realmente, ni siquiera cuando él comenzó su relación con Diana y se casaron en 1981. Durante los próximos 10 años. Los tres se verían envueltos en un triángulo amoroso que estalló en 1992 cuando Diana dio una entrevista contando su experiencia al respecto durante la década pasada. Después de su divorcio y muerte de Diana, Camilla y Carlos hicieron su primera aparición pública en 1999. Finalmente después de décadas de relaciones no oficiales, la pareja se comprometió en febrero del 2005 y contrajeron matrimonio en abril del mismo año.
La vida amorosa de Camilla fuera de Carlos
Su primer novio fue Kevin Burke, quien era el hijo de Sir Aubrey Burke, vicepresidente de Hawker Siddeley, una empresa especializada en la fabricación de aviones. Al año se dejó ver con Rupert Hambro, quien estaba involucrado en el ámbito bancario y financiero. En 1966 su vida daría un giro inesperado tras conocer a Andrew Parker Bowles, quien a sus 27 años era el partido perfecto: se había graduado de la prestigiosa Academia Militar Sandhurst y era teniente de los regimientos Blues and Royals así como de los Royal Horse. Deportista, guapo y muy popular entre las mujeres, contaba con una posición social privilegiada: sus padres vivían en el Castilo de Donington, en Berkshire, y su padre era amigo cercano de la reina madre. Camilla y Andrew se hicieron novios poco después de conocerse; sin embargo, surelación estuvo llena de subidas y bajadas. Y es que Andrew viajaba mucho por cuestiones de trabajo, era de ojo alegre y no estaba listo para sentar cabeza.
En una de tantas rupturas, Andrew empezó a salir con la princesa Ana durante el tradicional evento ecuestre Ascot Week, quien incluso lo invitó a hospedarse en el Castillo Windsor. Como era de esperarse, la prensa empezó a especular sobre un posible romance entre este par pues en caso de prosperar, la princesa habría tenido que renunciar a sus derechos sucesorios pues Andrew era católico.
Para darle celos a su ex, Camilla buscó por todos los medios conocer al príncipe Carlos, pues aunque se movían en el mismo ambiente y se habían visto en infinidad de ocasiones en diversos eventos sociales, no había tenido oportunidad de conocerlo formalmente. Se dice que Camilla se presentó a sí misma con el príncipe durante un partido de polo al que ambos asistieron en 1971. Sin embargo, otra versión apunta a que se conocieron a través de una amiga en común, Lucía Santa Cruz, quien era hija del embajador de Chile en Inglaterra y había coincidido con el príncipe en la Universidad de Cambridge. Años más tarde, ya casada con el embajador de Brasil, Santa Cruz se hizo íntima amiga de la princesa Diana. Lo de Carlos y Camilla fue amor a primera vista.
Camilla en la coronación, introducida como reina de Inglaterra
Camilla no solo eligió ya una corona para la coronación de Carlos III —la que pertenecía a la reina Mary—, sino que lucirá un look de uno de los diseñadores favoritos de la Princesa Diana, Bruce Oldfield. Camilla usará un vestido del diseñador de modas británico cuya clientela abarca a Rihanna, Taylor Swift, Joan Collins, Rania de Jordania y Sofía de Wessex.
Además del conjunto que elegirá la consorte, se ha hablado de los cambios estéticos con los que llegará a la coronación, pues el cambio de imagen de Camilla Parker Bowles se le atribuye a un insólito tratamiento de belleza para verse más joven. Una fuente reveló en 2020 a New Idea, “Camilla está muy consciente de que los ojos del mundo están sobre ella más que nunca”, respecto al rumor de que la reina Isabel II abdicaría a favor de su hijo Carlos. “No es secreto que [Camilla] haya tenido varios trabajitos a lo largo de los años. Especialmente en su rostro. Y esta es la zona en la que se enfocará. Corre peligro de ir demasiado lejos, pero nadie la detendrá", comentó la fuente anónima. Y aunque no se confirme ni se desmienta si Camilla Parker usa botox, un facialista habló con Express UK para mencionar cómo es que trabaja con la piel de los royals. Lo que la reina consorte usa es veneno de abeja, de los productos de Heaven Skincare.
A diferencia de la princesa Diana, Camilla es alérgica a los reflectores. No le gusta brillar ni ser el centro de atención, le incomoda bastante. Simplemente no le importa, por eso, ella es la mujer perfecta para Carlos, a quien sí le gusta relucir tal como le agradaba a Diana. De ahí que esta pareja no prosperó por los constantes celos de Carlos cuando Lady Di acaparaba los flashes. La estrategia de Camila ha sido volverse indispensable para los Windsor. El diario The Telegraph asegura que Camila se volvió un apoyo incondicional para Isabel II, especialmente desde que perdió a su esposo, Felipe de Edimburgo. También fue una gran confidente para Kate cuando el conflicto con Meghan Markle se volvió insostenible. La tarea de Camilla dentro de la familia real no ha sido brillar, sino apoyar a todos. Es el valor que hoy reconoce la monarca al nombrarla futura reina consorte cuando llegue el momento de que Carlos se convierta en rey.
El príncipe no puede quejarse, se ha salido con la suya en casi todo, se le ha apoyado y ha hecho lo que ha querido con su vida, aunque en el camino dejó varios damnificados. Parece que se está acercando la hora de demostrar de qué está hecho y si en realidad nació para reinar. Convertido en rey, si Carlos se equivoca, la factura la pagará la monarquía y pondrá en peligro su continuidad.