La Policía de Oslo anunció cargos formales contra Marius Borg Høiby, hijo mayor de la princesa heredera Mette‑Marit de Noruega, por delitos que incluyen violación, agresión sexual y lesiones corporales. El fiscal Andreas Kruszewski reveló que la investigación de más de diez meses involucra a un “número de víctimas de dos dígitos”, confirmando múltiples víctimas de diferentes edades.
Entre los delitos imputados figura una violación con penetración, dos violaciones sin penetración, cuatro casos de agresión sexual y dos cargos de lesiones físicas.Las autoridades apuntan a que la decisión se basó en evidencia de mensajes de texto, testimonios de testigos y registros obtenidos durante búsquedas policiales.
Marius Borg, de 28 años, se encuentra en libertad bajo supervisión, dadas las condiciones legales existentes en Noruega y la presunción de inocencia que rige el proceso judicial. Su entorno legal ha informado que, aunque coopera con las autoridades, niega la mayoría de las acusaciones, especialmente aquellas relacionadas con abuso sexual y violencia.
Este escándalo ha sacudido la opinión pública noruega debido a su estrecha relación con la Corona. Aunque Mette‑Marit es ampliamente respetada y no forma parte del núcleo de sucesión, la relevancia mediática del caso queda enmarcada por su vínculo familiar. El príncipe heredero Haakon ha manifestado su confianza en el sistema judicial y subrayado la gravedad de las acusaciones.
A través de un breve comunicado, el Palacio Real afirmó que “el caso sigue su curso dentro del sistema judicial y se encuentra en los procedimientos normales”, declinando ofrecer más comentarios. Hasta ahora, no se han registrado declaraciones públicas por parte de Mette‑Marit ni de otros miembros cercanos de la Familia Real.
Este nuevo capítulo judicial se suma al historial complicado del joven: detenciones previas en 2024 por agresiones, amenazas y violación de órdenes de alejamiento, así como admisiones relacionadas con adicciones a sustancias, incluidos el alcohol y la cocaína. El proceso legal avanza ahora hacia una posible acusación formal, y se anticipa que el fiscal presente cargos ante el tribunal en las próximas semanas o meses.