La historia de los príncipes William y Harry ha sido una de las más observadas del ámbito real británico. Desde su infancia protegida bajo el ala de la princesa Diana hasta sus recientes desencuentros públicos, su vínculo ha atravesado fases de cercanía, tensión y distanciamiento.
Infancia compartida y una adolescencia bajo los reflectores
Desde pequeños, William y Harry crecieron en Kensington Palace, rodeados del amor de su madre, Diana de Gales, quien intentó ofrecerles una infancia lo más normal posible. Se les veía juntos en viajes, partidos deportivos y actividades escolares, compartiendo travesuras y afecto. Ambos asistieron a la escuela Ludgrove y luego al prestigioso colegio Eton, donde fortalecieron aún más su lazo.
La muerte de Diana en 1997 marcó un punto crucial. Con solo 15 y 12 años respectivamente, caminaron juntos tras el féretro de su madre frente a millones de espectadores. Este evento trágico reforzó su unión, y durante varios años, realizaron apariciones públicas y tareas reales como un equipo sólido.
El quiebre: del “Megxit” al distanciamiento familiar
La armonía entre los hermanos comenzó a deteriorarse tras el matrimonio de Harry con Meghan Markle en 2018. Las diferencias se agudizaron con la decisión de la pareja de abandonar sus funciones reales en 2020 y trasladarse a Estados Unidos, un episodio mediáticamente conocido como el “Megxit”.
En su libro Spare, publicado en 2023, Harry expuso episodios tensos con William, incluyendo un enfrentamiento físico en 2019 relacionado con críticas hacia Meghan. También acusó a miembros de la familia real de favorecer filtraciones a la prensa y de no protegerlo adecuadamente.
Mientras tanto, William adoptó una postura más discreta, sin responder públicamente a las declaraciones de su hermano, aunque diversas fuentes sugieren que su paciencia se ha agotado y que ha optado por mantenerse al margen.
Intentos fallidos de acercamiento
A pesar de los desencuentros, ha habido gestos simbólicos que apuntaban a posibles reconciliaciones. En septiembre de 2024, William y Kate enviaron públicamente una felicitación a Harry por su 40 cumpleaños, lo que fue interpretado como una señal de distensión. Sin embargo, los intentos de Harry por retomar la comunicación han sido, en su mayoría, ignorados.
En mayo de 2025, tras una entrevista en la que Harry expresó su deseo de sanar la relación familiar y habló sobre la salud del rey Carlos III, las reacciones desde el entorno de William fueron de completo silencio. Informes recientes incluso indican que William no tiene intención de reanudar los lazos con su hermano y que, una vez asuma el trono, podría retirar oficialmente los títulos de “Su Alteza Real” a Harry y Meghan.
Una relación marcada por el afecto y la ruptura
Lo que alguna vez fue una hermandad ejemplar ha dado paso a una distancia que, por ahora, parece insalvable. William continúa enfocado en su rol dentro de la monarquía, mientras Harry construye su vida en Estados Unidos, dedicado a causas sociales y a su familia. Aunque ambos han manifestado, en distintos momentos, afecto mutuo, el camino hacia una reconciliación parece aún lejano.