La serie “Chespirito: Sin querer queriendo”, explora la vida y legado de Roberto Gómez Bolaños, quien fue un referente de la comedia en México.
El apodo de Roberto surgió de una anécdota de trabajo en referencia a su estatura y su inteligencia. En sus primeros años, Gómez Bolaños colaboró con comediantes de renombre y escribió guiones para programas de gran audiencia, incluso antes de tener un espacio propio en pantalla, hasta que a finales de los años 60 una nueva televisora le ofreció la libertad para crear sus propios contenidos.
Chespirito es uno de los nombres más emblemáticos de la televisión latinoamericana, ya que muchos lo asocian con risas, personajes entrañables y capítulos llenos de humor y alegría.
Sin embargo, no muchos conocen el verdadero origen del apodo que acompañó a Roberto Gómez durante toda su carrera.
El comediante y guionista se ganó los corazones de México con sus personajes de El Chavo del 8, Chapulín Colorado, el Chómpiras y Doctor Chapatín.
Hace años, Roberto Gómez Bolaños comentó en una entrevista que el cineasta Agustin P. Delgado quien, impresionado por su talento como escritor, lo comparó con William Shakespeare, dado que Roberto era de baja estatura, por lo que el apodo terminó como un diminutivo de Shakespeare: Chespirito.
“Me lo puso entre un director y un productor de cine, que fueron los primeros que llevaron a la pantalla grande un argumento escrito por mí, les gustó mucho y me alabaron, me elogiaron, me dijeron que yo era un Shakespeare pequeño, pero yo lo castallanice más y así quedó el nombre”, comentó.