El inicio de un nuevo año siempre trae consigo una poderosa sensación de renovación. Enero se convierte en una pausa simbólica para replantear objetivos, redefinir prioridades y, sobre todo, reconsiderar la forma en la que queremos ser percibidos. En un mundo cada vez más visual, la imagen pública se ha transformado en una herramienta estratégica que comunica antes de que pronunciemos una sola palabra.
Pensar en una nueva imagen no se trata únicamente de cambiar el guardarropa, sino de construir un discurso coherente entre quién eres, qué representas y cómo deseas proyectarte. Bajo esta premisa, Karen Cobos Lima, fashion stylist y consultora en Imagen Pública, comparte siete recomendaciones clave para iniciar 2026 con una imagen sólida, auténtica y alineada con tus objetivos personales y profesionales.
Karen Cobos Lima, quien escribe y colabora para una revista de lujo, es especialista en Imagen Física y en comunicación verbal, no verbal y lenguaje corporal. Desde su experiencia profesional, entiende la imagen como un activo de alto valor que influye directamente en la seguridad, la credibilidad y las oportunidades de quien la trabaja de manera consciente.
1. Autenticidad como punto de partida
Una imagen poderosa comienza con la coherencia. Para Karen Cobos, el error más común es intentar replicar el estilo de otras personas sin considerar la propia esencia. Cuando se fuerza una imagen ajena, el resultado suele sentirse artificial. La recomendación es clara: ser fiel a tu identidad y a los objetivos de percepción que deseas lograr. Nadie puede proyectar tu personalidad mejor que tú mismo, y esa singularidad es precisamente lo que debe convertirse en tu mayor fortaleza.
2. Autoconocimiento y autoaceptación
El dominio de la imagen personal inicia con el conocimiento profundo de uno mismo. Identificar la forma del rostro, el tipo de cuerpo, los colores que favorecen y los cortes adecuados permite tomar decisiones más inteligentes al vestir, maquillarse o elegir accesorios. Karen Cobos subraya que no existen cuerpos o rostros “ideales” universales; la verdadera clave está en aprender a resaltar lo mejor de cada persona y, mediante técnicas profesionales, equilibrar aquello que no resulta tan favorecedor. La aceptación personal es la base de una imagen segura y elegante.
3. Atreverse, incluso con miedo
El miedo al qué dirán sigue siendo uno de los mayores frenos en la construcción de una imagen pública sólida, especialmente en redes sociales. Karen invita a actuar pese a la incomodidad inicial. Hablar a cámara, generar contenido o compartir fotografías profesionales puede parecer intimidante al principio, pero es un proceso de evolución. Atreverse abre la puerta a nuevas oportunidades, incluso a la monetización de talentos y pasiones.
4. Construir una comunidad, no solo seguidores
Más allá de los números, una imagen pública efectiva se sostiene en la conexión emocional. No importa si la comunidad es pequeña o numerosa; lo relevante es la relación genuina que se construye con ella. Convertirse en un referente, un líder de opinión o una fuente de inspiración genera vínculos sólidos que fortalecen tanto el posicionamiento digital como la motivación personal.
5. Comunicar lo que sabes
En la actualidad, la visibilidad es una forma de valor. Compartir conocimientos, experiencias, consultorías o capacitaciones permite que el entorno reconozca tu preparación y tus capacidades. Karen Cobos enfatiza que la nueva publicidad vive en las plataformas digitales: quien no comunica lo que sabe, simplemente no existe para su audiencia. La comunicación estratégica puede abrir la puerta a colaboraciones, proyectos y alianzas con marcas afines.
6. Entender y adaptar las tendencias
Estar al tanto de las tendencias es fundamental, siempre que estas se integren de manera coherente al estilo personal. Para 2026, Karen destaca el color del año, “Cloud Dancer”, como una referencia clave. Conocer lo que ocurre en el mundo de la moda y la imagen no solo evita quedar rezagado, sino que permite conectar con nuevas generaciones sin perder autenticidad.
7. Apoyarse en los expertos
Así como se recurre a especialistas para la salud o la nutrición, la imagen pública también requiere asesoría profesional. Los consultores en imagen trabajan sobre la percepción, la seguridad y la autoestima. De la mano de un experto, es posible construir una imagen alineada a objetivos claros y proyectar con fuerza el mensaje deseado: el verdadero poder de la imagen.
En 2026, la imagen deja de ser superficial para convertirse en una estrategia consciente. Tal como lo plantea Karen Cobos Lima, invertir en ella es apostar por una versión más segura, congruente y poderosa de uno mismo.