Las CARAS del emprendimiento: Paola Tabachnik

De la mano de su directora Bertha Pérez, han logrado construir el lugar ideal de trabajo. Las dos mujeres nos adentran en su trayectoria en el co-working llamado Co Madre

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Einar González

Paola Tabachnik es la creadora del co-working que además de ofrecer un espacio para llevar a cabo la vida profesional de la gente, solucionó problemas con los que muchos padres de familia se enfrentan: encontrar balance entre la vida personal y la profesional.

Paola, platícanos de tu emprendimiento

Paola: Co Madre fue un proyecto que empezó por necesidad propia y lo que hicimos fue darle estructura para que pudiera llegar a muchas personas. Nació como un proyecto cien por ciento inclusivo, aunque el primer Comadrito era enfocado a mis amigas, a mi y a mamás, pero con el paso del tiempo fue agarrando forma y quise hacerlo en grande y para todos.

Nuestro principal valor fue hacer de Co Madre nuestra segunda casa. Es una extensión de nuestra casa, donde buscamos tener un equilibrio personal y profesional, sin que haya limitantes en las etapas de la mujer para ser igual de capaces que los demás.

Queremos generar comunidad, ser comadres y apoyarnos. Creemos en una misión y no la podemos hacer solas.

¿Cuál fue tu inspiración?

Paola: La inspiración fue realmente solucionar una necesidad y latente en mucha gente, ya que compartimos el mismo problema. Más que inspiración por necesidad propia, mi intención fue romper esa barrera de límites que nos ponemos, y creo que hacer un negocio con impacto es la forma más satisfactoria de hacer algo.

Ha sido un reto, pero lo que nos mantiene vivas y proactivas es el rumbo que nos da nuestra misión.

Bertha: Nosotros como emprendimiento nos hemos vuelto el nido y espacio para aquellos que llegan con nuevos emprendimientos, dándoles las herramientas para que su desarrollo sea más fácil y crezcan más.

¿Cuál ha sido algún reto significativo en este viaje de emprendimiento?

Paola: El reto principal fue convencer a la gente, levantar el capital y crear comunidad. Se trataba de vender una idea que no existía y hacerla realidad con ellas. Lo más difícil fue ir de cero a algo tangible, pero ese avance se veía. Era muy emocionante ver cómo se iba formando algo de nada.

También, con la pandemia estaba dictado que íbamos a tronar y lo que salvó a Comadre fue la comunidad y mantuvimos al equipo.

¿Qué piensan que ha sido lo más valioso que han logrado a través de este emprendimiento?

Bertha: La comunidad; creo que con el paso del tiempo se vuelven relaciones sólidas y se vuelven para siempre. La familia que se hace a través de esto y ver cómo todas se apoyan y se complementan, es lo más valioso que nosotras tenemos.

¿Cómo empezaron este espacio?

Paola: Desde que comenzó esto, dijimos que no íbamos a pagar con la misma moneda de poca inclusividad, y a pesar de que se vean más mujeres aquí, nunca dijimos que no a nadie.

Bertha: Estamos logrando que todo el mundo se sienta cómodo y seguro en el Comadre que pise. Amamos el concepto y la misión que tiene Comadre, tanto como el impacto que tiene en tantas personas. Hay mucho corazón aquí y lo transmitimos desde que alguien entra.

¿Cómo es que dirigen Comadre de la mano?

Paola: Ahora la directora es Bertha. Yo hace un año emprendí de nuevo, y aunque sigo estando involucrada en Comadre, la mayoría de mi tiempo lo dedico a mi nuevo proyecto.

Bertha: Passwork, el nuevo emprendimiento de Paola nació con la idea de hacer comunidad con otros co-workings, entonces eso es algo que también habla mucho de ella y de lo que se vive en Comadre. Esto habla mucho de la misión que lleva.

Paola: Seguimos apoyando y siempre nos vamos a apoyar.

Como exitosa emprendedora, ¿qué consejo le darías a futuros emprendedores?

Paola: Hay que actuar. Hay veces que planeamos muchas cosas, pero hay que hacerlas. Lo que más aprendes es después de hacer, fallar o triunfar. También, hay que tomarse el tiempo de entender qué hiciste bien y mal, para volver y volver a hacerlo.

Bertha: Algo importante es que se deben de rodear de buenos mentores, de gente que admiren y les pueda sumar valor a su proyecto.

Emprender es un camino difícil, pero hay que confiar en su proyecto, obsesionarse y enamorarse profundamente de él. No duden de sus capacidades a pesar de todas las adversidades y obstáculos que puedan llegar. Sigan ahí para que su sueño se pueda convertir en realidad con mucha disciplina, entrega y compromiso.

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