En su cartera de clientes se encuentran hoteles de alto renombre como el St. Regis, Hyatt, JW Marriott, Thompson y corporativos gigantes.
El arte de la decoración de espacios a través de la luz se ha convertido en la profesión de Mónica, desde que surgió para ella el sueño de tener una fábrica de lámparas.
Ella comenta que cuando trabajaba en una empresa dedicada a proyectos de iluminación y venta de luminarias importadas, fue cuando se preguntó el por qué en México, habiendo tanta habilidad y creatividad, no había un lugar donde se pudiera fabricar aquello que estaban importando.
?Al principio lo importante era que los diseños fueran estéticos y proporcionados, que las formas y los materiales fueran adecuados pero gradualmente en Ula Light aprendimos que también es importante la luz que se emite, ya que ésta es la que crea un ambiente determinado en un espacio?, comenta Mónica.
Fue en el 2005 cuando emprendió su propio proyecto haciendo lámparas contemporáneas en México y fue así que, por una afortunada coincidencia de la vida, como ella lo describe, se encontraron con una fábrica con muchos años de experiencia que necesitaba ideas y sangre nueva.
El reto para Mónica es exportar y armar una plataforma de venta en línea internacional.
?No era el estilo de lo que buscábamos, pero si eran capaces de producir candiles complejos y con mucha facilidad podrían fabricar lámparas con líneas más sencillas?, añade la creadora de Ula Light.
Lo más importante para ella es buscar inspiración en México, ?en lo auténtico, los materiales naturales, en esta maravillosa mano de obra y los diseñadores mexicanos contemporáneos?, describe.
Pero como nunca es fácil emprender un proyecto tan grande, Mónica menciona que entre sus primeros retos se encontraba el hecho de hacer diseño para grandes almacenes de ropa, ya que China llegó como competencia.
Ahora el reto es exportar y armar una plataforma de venta en línea internacional.
Como quien ha logrado concretar distintos éxitos, describe éste como su favorito: ?Sin duda el Toks de Veracruz, con el arquitecto Víctor Legorreta y Kai Diederichsen. Hicimos una lámpara Halo, diseño de Ariel Rojo, a una escala de 3.5 metros, de cobre y hecha a mano. La llamábamos ?la estrella de rock? por el protagonismo que tenía en el proyecto?.
El sueño de Mónica era tener una fábrica de lámparas.
Ula Light crece día con día entre el profesionalismo de la creativa y su hermano Federico, quien labora como su socio ya que la ha apoyado en la parte económica desde el inicio.
Mónica y su equipo de trabajo han tenido que saber adaptarse y reinventarse ya que ahora nos platica que busca exportar sus productos.
En su cartera de clientes se encuentran hoteles de alto renombre como el St. Regis, Hyatt, JW Marriott, Thompson y corporativos gigantes de la talla de Starbucks, Nissan, Ford, Bancomer, Cinépolis, Sports World, Liverpool y El Palacio de Hierro, entre otros.
