En la madrugada del 3 de julio de 2025, el mundo del fútbol se estremeció al confirmarse la trágica muerte de Diogo Jota, delantero del Liverpool FC y de la Selección de Portugal, a los 28 años.
El percance se produjo en la autovía A‑52, cerca de Cernadilla (Zamora, España), cuando el vehículo en el que viajaba —un Lamborghini— sufrió un reventón de neumático durante un adelanto a alta velocidad, perdió el control, salió de la carretera y se incendió, causando la muerte en el acto de Diogo y su hermano André Silva, futbolista del Penafiel.
Diogo Jota había contraído matrimonio apenas el 22 de junio de 2025, en Oporto, con su pareja de siempre, Rute Cardoso. La pareja, que llevaba saliendo desde 2013, tenía tres hijos pequeños.
Su carrera, marcada por su paso por clubes como Paços de Ferreira, Atlético de Madrid, Porto, Wolverhampton Wanderers y finalmente Liverpool, lo convirtió en una figura clave, con 65 goles en 182 partidos en Anfield y una importancia capital en la reciente obtención del título de la Premier League. A nivel internacional, aportó con 49 convocatorias y 14 goles, siendo parte integral en los triunfos de Portugal en la Nations League.
Su muerte ha provocado una ola de consternación. El Liverpool FC emitió un comunicado manifestando estar “devastado” por lo ocurrido, solicitando respeto y privacidad para la familia. La Federación Portuguesa de Fútbol también expresó su hondo pesar y solicitó un minuto de silencio previo al partido de la Eurocopa Femenina entre Portugal y España. A su vez, figuras como Cristiano Ronaldo, Jamie Carragher y otros, destacaron no solo su calidad futbolística sino el calor humano y alegría que transmitía.
Este drama personal, en el que un joven deportista se casó y formó una familia con apenas cinco días de diferencia antes de perder la vida, hace aún más dolosa la pérdida. Su esposa, Rute Cardoso, y sus tres pequeños hijos quedan ahora enlutados por una tragedia que enlutó a todo un deporte y dejó una cicatriz indeleble en sus seres más queridos.