Para su segundo bebé, Meghan Markle y Harry están rompiendo una vez más con las tradiciones y con lo que la gente esperaría. Así que este controversial par ha dicho adiós al lujoso baby shower que se podría especular, y los fondos que hubieran invertido para esto los utilizarán para la difusión de sus causas sociales. La decisión final es, técnicamente, que el festejo por esta nueva bebé será fondeando beneficencias. Una fuente de Us Weekly dijo:
«Meghan no siente que un gran baby shower con regalos sea apropiado en este momento. Hay demasiados conflictos en el mundo. Ella y Harry han estado tan involucrados con asuntos humanitarios que ambos sienten que su tiempo y recursos pueden usarse para un mejor propósito».
Lo cual hace mucho sentido con la anterior decisión de la pareja al celebrar el Día de la Madre y el segundo cumpleaños de su hijo Archie, haciendo donaciones o alentando a sus simpatizantes a donar a ciertas organizaciones benéficas. Además, esta fuente de US Weekly ha dicho que la duquesa de Sussex «cuenta con el apoyo de sus amigos y, lo más importante, de su esposo. Harry es la pareja ideal, cuida de Archie y trabaja para mantener a su familia».
Para el baby shower de Archie
Recordemos que en febrero de 2019, Meghan —de siete meses de embarazo—, voló a la ciudad de Nueva York para festejar la llegada de su primogénito. Allí la esperaba su amiga Serena Williams, quien organizó una fiesta de de $ 200 mil dólares en el penthouse del hotel The Mark. Entre sus invitados se encontraba Gayle King , Amal Clooney y Jessica Mulroney. En su momento, esto también fue tomado como una señal de que Meghan estaba completamente dispuesta a hacer las cosas como una total estadounidense. Disfrutando con sus amigos y familia en una gran ciudad, lejos de los protocolos y las normas de la Familia Real.