Blue Room: una obra para cuestionar la propia humanidad

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Luego de estrenar The Prom, platicamos con el reconocido director de teatro, Diego del Río, quien vuelve al ruedo para presentar Blue Room, obra con la cual busca invitar a la gente a cuestionar las relaciones de pareja, las sexuales y hasta la propia humanidad.

Por Jorge Alférez

Diez personajes de distintos contextos sociales y culturales se conectan en una cadena a través de su vida sexual. De esta manera, ciertas relaciones que podrían parecer encuentros casuales, terminan cargados de poder, de amor y de traición. Blue Room, es la adaptación de una obra de finales de 1800, que habla de los hombres, de las mujeres, de las clases sociales y del sexo, lo cual, muchos años después, resulta tan vigente como en aquel entonces.

Foto Cortesía Andrea Tejeda

¿De qué trata Blue Room?

Blue Room es una obra que está basada en un texto de finales de 1800, escrito por el dramaturgo Schnitzler, el cual se volvió popular a finales del siglo pasado, bajo el nombre de “La Ronda”. Más tarde, David Hare, el dramaturgo inglés, retoma el texto de Schnitzler, a 100 años de su creación, para hacer Blue Room, que explora los roles de poder a través de encuentros sexuales entre 10 personajes que van completando juntos una ronda. Lo antes mencionado, es interpretado por dos actores que a su vez, cada uno interpreta a cinco personajes. De esta manera se presentan situaciones e historias completamente diferentes para abordar cuestionamientos como quiénes somos realmente y cómo cambiamos a partir del encuentro con la edad

¿Cómo se aborda el tema sexual?

A través de las relaciones sexuales, se explora la condición humana de cada uno de los personajes, los cuales tienen en común que son, de cierta forma, prisioneros del sistema del cual son parte. Es una obra que tiene una fuerte carga del psicoanálisis, por lo que explora el juego y la relación entre el ello, el yo y el superyó. Habla también de cómo nos regulamos frente a nuestros deseos y cómo convivimos con esos impulsos que son muy humanos y que aparecen a partir de las relaciones personales.

Como director, ¿cómo es abordar esos temas y cómo preparas a los actores?

Es complejo, creo que en este proceso específico, ha demandado mucho cuidado a partir de la producción. Por ello, convoqué a María Penella, para coordinar el trazo escénico y los encuentros sexuales. Además, trabajamos a partir de la intimidad. Buscamos un ambiente de confianza y seguridad para entrarle de lleno a la intimidad. También hay otra intimidad que es la emocional y la cual, es todavía más difícil, pues con ella entramos a las profundidades de los personajes, sus conflictos existenciales y las preguntas que se lanzan a lo largo de la obra.

Foto Cortesía

¿Cuál ha sido el mayor reto al retomar este texto y llevar a cabo este proyecto?

Ha sido todo un reto, es como montar dos obras de teatro al mismo tiempo, pues aunque el espectador verá a dos actores en escena, son 10 personas las que van a ver en diversas situaciones. Además, tomé la decisión de no mezclar elencos para que cada uno de ellos pudiera vivir su propia interpretación del texto, lo cual se vuelve atractivo para el espectador, pues pueda volver a ver la obra y ver diferentes matices de un mismo material.

¿Cuál ha sido el mayor aprendizaje durante el proceso?

Es interesante la sensación de descubrir a la persona con la que estás creando y trabajando. Descubrir su poética, sus aproximaciones y en este caso, como es una pareja, también construir la química entre los dos actores y las relaciones que existen entre los personajes. Además, yo nunca había trabajado con ninguno de los actores, por lo que fue muy interesante encontrarme con un elenco completamente nuevo. Ha sido muy gozoso y nutritivo trabajar con ellos.

Como director, ¿te interesa compartir un mensaje al espectador?

Me interesa lanzar preguntas más que una idea moral. Con Blue Room, los espectadores se van a cuestionar cómo es que una obra que se escribió hace más de cien años sigue teniendo vigencia en este momento. Definitivamente, hay muchas cosas para investigar y creo que el teatro es un buen espacio para analizarlo. Al final, hablamos de personajes que están cuestionando su sentido de vida, así como la manera en que forman parte de la sociedad, con lo cual, muchos nos podemos llegar a identificar.

Foto Cortesía

¿Por qué la gente no se puede perder Blue Room?

Principalmente por los actores. Además, es una pieza incómoda, retadora, emocionantes y sexy, que pone el dedo en temas que la sociedad está pensando hoy, como la violencia que se puede ejercer en las relaciones de pareja. Yo invitaría a la gente a ver Blue Room, para ponerse el espejo de frente con su propia humanidad. Blue Room cuenta con las actuaciones de Zuria Vega, Pierre Louis, Naian González Norvind y Alfredo Gatica, y estrena el 12 de noviembre en el Teatro Virginia Fábregas. Te puede interesar: ZURIA VEGA ALZA LA VOZ CONTRA LA VIOLENCIA DE GÉNERO

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Licenciada en Ciencias de la Comunicación. Editora web y Social Media Manager de la revista Caras México de Editorial Televisa.
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