En un país donde tantos niños aprenden a soñar antes que a tener, hay quienes deciden transformar esa realidad con actos concretos de amor. Entre ellos, una mujer con mirada de artista y corazón de visionaria: Lourdes Capall, quien un día comprendió que la belleza más grande no se crea con pinceles, sino con oportunidades. Así nació Fundación Capall, una iniciativa mexicana que ha convertido la educación y el arte en herramientas de esperanza.
Desde su creación, la fundación ha trabajado para brindar apoyo a niños y niñas de primaria y secundaria en todo México, abriendo espacios donde el talento, la disciplina y la imaginación se encuentran. Su misión es clara y profunda: que ningún niño se quede sin estudiar ni desarrollar su creatividad por falta de recursos. Lo que comenzó como un sueño personal se ha transformado en un movimiento que crece cada año y que hoy inspira a cientos de familias a creer en un futuro diferente.
¿Qué becas ofrece Fundación Capall y cómo funcionan?
A través de programas cuidadosamente diseñados, Fundación Capall entrega tres tipos de becas que cambian vidas: la Beca de Colegiatura, que cubre un año completo de estudios para los alumnos con mayor rendimiento académico; la Beca de Útiles y Uniformes, que dota a los estudiantes de las herramientas básicas para continuar su camino escolar; y la Beca de Clases Extracurriculares Artísticas, pensada para quienes poseen un don especial en disciplinas como la música, la pintura o la actuación. Cada apoyo es una chispa de fe, un recordatorio de que el talento florece cuando se le da la oportunidad.
En su primer año de vida, la fundación recibió más de cien solicitudes y otorgó seis becas. Un año después, las solicitudes se duplicaron, alcanzando 211 registros y once niños seleccionados. Este 2025, las cifras siguen creciendo: más de 350 familias han confiado en el proyecto y al menos quince estudiantes recibirán apoyo durante todo un año. Entre ellos están Mario y Mateo, dos pequeños que han sido seleccionados por segundo año consecutivo gracias a su constancia, esfuerzo y talento. Ellos son el reflejo de lo que la fundación significa: esperanza convertida en acción.
¿Qué otras acciones realiza Fundación Capall para apoyar a la niñez?
Pero la historia de Fundación Capall no termina con las becas. Su compromiso con la infancia se extiende a iniciativas que llegan donde más se necesita. Ha realizado donaciones a Save the Children, reafirmando su compromiso con la protección de la niñez; ha llevado alegría a casas hogares en Querétaro, donde los voluntarios no solo entregan donaciones sino también tiempo, juegos y compañía; ha visitado el Hospital de Pediatría del Centro Médico Nacional Siglo XXI (IMSS) en la Ciudad de México para entregar juguetes y sonrisas; y recientemente donó una silla de ruedas a un niño de la fundación Deseos Compartidos, demostrando que ayudar es una forma de amor en movimiento.
¿Por qué la educación y el arte son el eje del trabajo de Fundación Capall?
En cada acción, en cada historia, se siente la mano invisible de Lourdes Capall, guiada por una convicción que trasciende lo material: la educación y el arte son dos lenguajes capaces de cambiar el mundo. Su equipo trabaja incansablemente para ampliar el número de becas, llegar a más comunidades y seguir construyendo un México donde el talento no dependa del destino.
“Cuando ayudas a un niño a estudiar, no solo cambias su presente, sino el futuro de todo un país”, dice Lourdes. Y en esa frase se resume la esencia de su obra: la certeza de que cada pequeño al que se le abre una puerta puede convertirse en un creador de nuevas realidades.
Fundación Capall no es solo una organización; es una historia que sigue escribiéndose con cada sonrisa, con cada mochila llena, con cada sueño que empieza a tomar forma. Hoy, su misión es también una invitación: creer, donar, participar, ser parte de la transformación. Porque ayudar no es un gesto aislado; es una manera de decirle al mundo que todavía creemos en él.