Establecida con la visión de promover la reinserción social, La Cana es una organización pionera que tiene como objetivo romper el ciclo de reincidencia y brinda un nuevo comienzo a quienes han pagado sus deudas con la sociedad.
Jessica Sarquis funda su marca homónima en 2018 con la intención de crear desde la consciencia. Fiel creyente en el slow-fashion, y en que un buen producto debe tener un proceso ético detrás de él. Sarquis busca ofrecer un diseño único que además de todo es hecho al cien por ciento, por mujeres bajo las mejores condiciones laborales y de comercio justo. Su trabajo, de la mano de La Cana, busca propiciar el enseñar técnicas y habilidades a mujeres que se encuentran en prisión para posteriormente ayudar a mejorar su vida. Enseñando técnicas de bordado y macramé, Jessica ha trabajado con grupos pequeños de mujeres y actualmente busca expandir el número de integrantes del equipo con la intención de tener un mayor impacto en más personas.
“Esta colaboración no se trata solo de ropa, de lo superficial de la moda, sino de equipar a las mujeres con las herramientas y habilidades que necesitan para forjar un nuevo camino después de haber cumplido una sentencia”, nos cuenta ella.
Esta innovadora iniciativa combina la formación profesional con enseñanzas de vida. Las mujeres en el programa aprenden valiosas habilidades de costura y diseño, lo que les permite crear prendas que no solo son un testimonio de su artesanía, sino también, un reflejo de su resiliencia. Más allá de las habilidades y técnicas, el programa pone un fuerte énfasis en el desarrollo personal, fomentando la autoestima, la comunicación y la educación financiera.
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