Horas antes de recibir a los Macron, el rey Carlos III ha hecho soltar las alarmas durante su visita de Estado de Emmanuel y Brigitte, después de que el monarca apareciera con su ojo derecho inyectado en sangre.
El rey británico sufrió un percance, por lo que el Palacio de Buckingham se pronunció dando a conocer lo que le ocurrió al soberano de 76 años.
Dicho enrojecimiento se debe a que, en la pasada noche, al rey Carlos III se le rompió un pequeño vaso sanguíneo. De la misma manera, se asegura que este incidente no está relacionado con ningún otro problema de salud, ni tampoco con el tratamiento oncológico que está siguiendo desde el año pasado cuando se anunció que le fue detectado cáncer.
En términos médicos, lo que ha sufrido el jefe de Estado se conoce como hemorragia subconjuntival, que a simple vista resulta aparatosa pero generalmente es inofensiva.
Este síntoma puede surgir sin haber sufrido antes una lesión alguna o ser causado, incluso, por algo tan simple como un estornudo o una tos fuerte. Por lo general, no requiere de una cura específica y suele desaparecer en una o dos semanas, aunque si genera molestias leves como sensación de irritación, picazón y sequedad.