En los seis episodios de esta tercera temporada, el creador Hwang Dong‑hyuk pone fin a la saga de Seong Gi‑hun (Player 456) en un clímax extremo. Atrapado en una espiral de violencia tras el fallido levantamiento de la temporada anterior, Gi‑hun retoma su misión: destruir la organización desde adentro. Sin embargo, lo que encuentra es una crueldad aún más brutal: juegos diseñados para explorar “lo peor de la naturaleza humana” .
El giro más impactante ocurre temprano: la Player 222, Kim Jun‑hee, entra en trabajo de parto en plena competencia. Con ayuda de otros jugadores, da a luz a una niña, pero muere poco después. Los VIPs deciden reemplazar a la madre por el bebé en los juegos. Un acto que trasciende lo retorcido: obligan a un recién nacido a competir por el premio mayor .
El enfrentamiento final, bautizado “Sky Squid Game”, reúne a Gi‑hun, el padre del bebé (Myung‑gi) y el propio bebé en tres plataformas verticales donde cada ronda exige eliminar a alguien. Myung‑gi cae primero. Luego, Gi‑hun descubre que el botón no fue presionado y que uno de los dos restantes debe morir. En lugar de salvar al bebé, elige suicidarse tras pronunciar: “No somos caballos. Somos humanos. Los humanos son…”, un acto de resistencia moral
El resultado: el bebé, Player 222, se convierte en el primer campeón recién nacido del juego, recibiendo los 45.6 mil millones de wones. El sacrificio de Gi‑hun pretende dejar una semilla de esperanza para futuras generaciones, cerrando su arco con dignidad frente al horror del sistema .
Simultáneamente, fuera de la arena, otros personajes logran su propio cierre. La guardia No‑eul y Gyeong‑seok facilitan una fuga; el detective Jun‑ho llega demasiado tarde y presencia cómo el Front Man —su hermano In‑ho— detona el recinto y huye con el bebé. Jun‑ho acaba cuidando a la niña y recibe la tarjeta bancaria con el dinero del premio.
La escena final traslada la acción a Los Ángeles seis meses después. In‑ho entrega a la hija de Gi‑hun su traje verde y la tarjeta bancaria. Entonces, por una calle, se ve a Cate Blanchett participando en un juego de ddakji y voltea a mirar al Front Man: la secuencia sugiere que Squid Game no termina en Corea, sino que se expande hacia Estados Unidos —posible spin‑off ya en marcha