John Michael “Ozzy” Osbourne, ícono del heavy metal y exvocalista de Black Sabbath, no solo era conocido por su carrera musical y escándalos públicos, sino también por su compleja y duradera vida familiar. Su esposa, Sharon Osbourne, fue mucho más que su pareja: fue su mánager, salvavidas y compañera de batallas durante más de cuatro décadas.
Sharon Rachel Osbourne (nacida Arden) conoció a Ozzy en los años 70, cuando trabajaba para su padre, Don Arden, quien era el mánager de Black Sabbath. Tras la expulsión de Ozzy de la banda por su comportamiento errático y abuso de sustancias, Sharon apostó por él, ayudándole a lanzar su carrera como solista. Se casaron en 1982, en plena efervescencia del rock, y juntos enfrentaron adicciones, crisis familiares y una vida bajo los reflectores.
La pareja tuvo tres hijos: Aimee, Kelly y Jack Osbourne. Aimee, la mayor, eligió una vida alejada del ojo público, rechazando incluso participar en el reality familiar The Osbournes, que se emitió entre 2002 y 2005 y se convirtió en un fenómeno televisivo. Por el contrario, Kelly y Jack sí se convirtieron en celebridades por derecho propio gracias al show. Kelly se ha forjado una carrera como cantante, presentadora y diseñadora de moda, mientras que Jack ha trabajado en televisión y producción, además de ser un apasionado documentalista de fenómenos paranormales.
Ozzy también tiene otros tres hijos de un matrimonio anterior con Thelma Riley: Jessica, Louis y Elliot, aunque su relación con ellos ha sido distante en comparación con sus hijos con Sharon.