El vehículo autónomo desarrollado por el Tecnológico de Monterrey y el equipo AIDA – Artificial Intelligence Driving Autonomous del Politecnico di Milano alcanzó la meta de La Carrera Panamericana 2025, marcando un nuevo capítulo en la historia de la innovación y la movilidad inteligente. Durante la carrera, el vehículo cubrió con éxito 440 kilómetros en modo totalmente autónomo, un hito para la investigación aplicada en México y un avance significativo para la conducción asistida por IA.
El vehículo autónomo fue guiado a lo largo de la ruta por “El Fantástico”, el auto guía instrumentado. Mientras que el automóvil autónomo operó bajo supervisión por seguridad en las carreteras mexicanas, “El Fantástico” sirvió como un laboratorio viviente de movilidad inteligente, cubriendo más de 3,500 kilómetros y registrando datos e información de sensores para entrenar futuros sistemas autónomos.
Tras unirse a la Carrera en Puebla, el convoy siguió con la competencia hasta la llegada final en Zacatecas. Además, el equipo realizó paradas en cinco diferentes Campus del Tecnológico de Monterrey para involucrar a estudiantes y público en general en un diálogo sobre la tecnología de conducción autónoma: Campus Puebla, Campus Querétaro, Campus León, Campus San Luis Potosí y Campus Aguascalientes, y en una primicia histórica para La Carrera Panamericana, el Campus Santa Fe se convirtió, el domingo 12 de octubre, en uno de los puntos de partida oficiales de la carrera. A lo largo de estas paradas, más de 3,500 personas participaron en actividades de divulgación y educativas, interactuando con las tecnologías y la investigación que impulsan el futuro de la movilidad autónoma.
La participación del piloto profesional Luis “El Chapulín” Díaz, con una extensa trayectoria en carreras nacionales e internacionales, fue clave para la operación del vehículo. Como el conductor de seguridad (safety driver) responsable de supervisar el control del coche por motivos de seguridad durante la activación autónoma, Díaz enfatizó la importancia de combinar la experiencia humana con la precisión técnica. Como afirmó: “Esta experiencia demuestra que el futuro de la conducción no pertenece sólo a las máquinas. La verdadera innovación ocurre cuando el talento humano y la tecnología trabajan hacia el mismo objetivo”.