Este lago alpino se encuentra en el Valle di Braies, dentro del Parque Natural Fanes-Senes-Braies, cerca de la frontera con Austria. Se accede fácilmente desde Bolzano o desde Cortina d’Ampezzo, famosa sede de esquí, en trayectos de aproximadamente una hora en auto.
Rodeado de pinos, montañas escarpadas y aguas de color turquesa profundo, el Lago di Braies parece una postal viva. Sus tonalidades cambian con la luz, creando paisajes dignos de película en cada amanecer o atardecer.
Actividades en Lago di Braies
Canotaje: Puedes rentar una pequeña barca de madera y remar en el lago, una experiencia tranquila y romántica para disfrutar la inmensidad del paisaje. Las rentas suelen estar disponibles de mayo a octubre.
Senderismo: Hay un sendero circular alrededor del lago que tarda aproximadamente 1.5 horas en recorrerse, ideal para ver el agua desde distintos ángulos y fotografiar la icónica caseta de madera junto al embarcadero.
Picnic: Llevar un picnic y disfrutarlo a la orilla es uno de los planes favoritos de locales y visitantes.
Fotografía: Este lugar es un paraíso para fotógrafos de naturaleza y lifestyle por sus colores y reflejos perfectos.
Un cuento navideño
En época invernal, el lago se congela y se puede caminar sobre él con las precauciones debidas, ofreciendo un panorama completamente distinto.
A pesar de su belleza cinematográfica, el Lago di Braies sigue siendo un destino poco visitado por turistas fuera de Europa. Su acceso es sencillo, pero al no ser parte de los circuitos clásicos italianos como Roma, Venecia o Florencia, mantiene esa magia de secreto bien guardado.