En sus memorias, la fallecida Olivia Newton-John ofreció un retrato íntimo y entrañable del primer encuentro que tuvo con John Travolta, mucho antes de que ambos se convirtieran en íconos del cine musical gracias a Grease.
Según relata Olivia, la primera vez que John la visitó fue en su casa en Australia, cuando él acudió a hablar con ella sobre el proyecto cinematográfico. La actriz recuerda con ternura cómo él observaba todo con asombro, incapaz de ocultar su emoción ante un estilo de vida que le parecía casi irreal.
Era muy joven y muy ingenuo, y todo lo que recuerdo es ese gran par de ojos azules mirando la casa con absoluto asombro. Entró y dijo: ‘Mira esta casa, y tienes discos de oro…'.
Lo que más sorprendía a Olivia, según escribe, era el contraste con lo que sucedería apenas cinco años después. Aquel joven impresionado por su casa terminó convirtiéndose en una estrella que la llevaba a volar en su propio jet privado, una imagen que simbolizaba no solo el éxito de Travolta, sino también el crecimiento personal y profesional que ambos vivieron en paralelo.
Más allá de la fama, este recuerdo revela la base de la relación que unió a Olivia Newton-John y John Travolta: admiración mutua, cariño genuino y una conexión que trascendió la pantalla. Un vínculo que, incluso décadas después y tras la partida de Olivia, sigue siendo recordado como uno de los más entrañables de Hollywood.