El pasado 13 de octubre, el cine perdió a uno de sus más grandes referentes visuales: Drew Struzan, el artista e ilustrador detrás de los pósters más famosos del mundo. Con más de 215 carteles de películas en su carrera, su estilo único y su trazo a mano marcaron un antes y un después en la forma de promocionar el séptimo arte.
Struzan debutó en 1978 con el póster del reestreno de Star Wars, un trabajo que lo catapultó a convertirse en la mente creativa detrás de carteles inolvidables para sagas como Indiana Jones, Back to the Future y Harry Potter. Su obra se distingue por una calidez y humanidad que, según directores como Guillermo del Toro, se ha perdido en la era digital.
Por su parte, Steven Spielberg lo llamó en su momento “mi artista de cine favorito”, reconociendo la importancia de su trabajo en la construcción del imaginario visual de Hollywood.
Durante años, sus ilustraciones fueron la carta de presentación de historias que marcaron a millones de espectadores en todo el mundo. Y en una época donde la inteligencia artificial gana terreno en el diseño gráfico, la pérdida de un artista que pintaba a mano cada detalle se siente aún más profunda.
Su esposa confirmó que Struzan había sido diagnosticado con Alzheimer hace varios años, y que falleció rodeado de su familia.
El cine pierde a un artista irreemplazable, pero sus obras permanecerán vivas en la memoria colectiva, recordándonos que el verdadero arte trasciende el tiempo.