Taylor Swift sorprendió al mundo con el estreno de su esperado disco The Life of a Showgirl, y entre todas las canciones que ya están dando de qué hablar, hay una que podría tener un significado muy especial para su prometido, el jugador de la NFL Travis Kelce. Se trata de “Opalite”, un tema cargado de simbolismo y referencias personales.
Y había anotado la palabra opalite porque aprendí que en realidad es un ópalo creado por el hombre. Así como los diamantes pueden ser fabricados, también el ópalo. Y resulta que la piedra de nacimiento de Travis es el ópalo.
La conexión con Kelce no es casualidad. El ópalo, al ser su piedra de nacimiento, se convirtió en una referencia íntima y romántica dentro de la canción. Swift explicó que siempre se ha sentido atraída por ese mineral y que la dualidad entre lo natural y lo hecho por el hombre encajaba perfectamente con la idea de un amor que se construye día a día.
Y pensé que era una metáfora bastante buena: así como el ópalo puede ser creado por el hombre, la felicidad también puede ser construida.
“Opalite” no solo es un guiño directo al deportista, sino también una declaración de cómo Taylor entiende el amor en esta nueva etapa de su vida: como una felicidad creada en pareja, tangible y real, que se edifica con intención y complicidad.