Donald Trump admitió que las redadas migratorias que él mismo ordenó, han tenido consecuencias además de las protestas que ha provocado en Estados Unidos.
Trump reconoció que las redadas están dejando sin trabajadores al campo y a la hostelería. En su red social, admitió que se están expulsando a personas “muy buenas” y difíciles de reemplazar, aunque insiste en culpar a las políticas migratorias de Biden.
La portavoz del Departamento de Seguridad Nacional, Tricia McLaughlin, confirmó en un comunicado que se obedecerán “las instrucciones del presidente” y que la cartera seguirá “trabajando para sacar de las calles de Estados Unidos a los peores delincuentes extranjeros ilegales”.
La decisión apunta a que esta campaña de arrestos a discreción para tratar de deportar a inmigrantes a gran escala está perjudicando a industrias y a circunscripciones electorales cuyo apoyo Trump quiere conservar de cara a las elecciones.
Las nuevas instrucciones a ICE piden suspender todas las investigaciones, operaciones de cumplimiento de la ley en centros de trabajo en sector de agricultura incluyendo plantas empacadoras de carne, restaurantes y hoteles.
Esto sucede tras una semana de intensas protestas en Los Ángeles contra esta política migratoria y de que el propio Trump admitiera de que las redadas parecen estar afectando al sector agrícola.