Jacob Vilató, el genial sobrino de Picasso

jacob vilató sobrino picasso

Jacob Vilató es un artista nato que intentó evitarlo a toda costa y por eso se convirtió en arquitecto —pero la sangre llama, es sobrino de Picasso. por Alejandra Morón y Gabriella Morales Casas Hoy, Jacob Vilató, que por el lado paterno está emparentado con el genio malagueño precursor del cubismo, tiene un despacho de arte plástico junto a su socia Itzel Culebro, quien es mexicana. Te lo presentamos en exclusiva. Su padre era neurocirujano y su madre enfermera. “Ella es la parte práctica y pragmática de mi vida y él la intuitiva, porque la ciencia médica tiene mucho de arte y los cirujanos mucho de intuición”, dice Jacob Vilató sobre su papá, quien era sobrino de Pablo Picasso, uno de los seis hijos de Lola, la única hermana del artista. Esta es una historia familiar que comprueba que “la sangre llama” y no hay forma de eludirlo.

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“The long year”

¿Alguien más pintaba en tu familia, además de Picasso? Sí, mi papá, pero como hobby. Dibujaba muy bien, aunque no le gustaba decirlo ni mostrarlo… ¿Ejerciste como arquitecto? ¡Sí, muchísimos años! Tengo 41. Primero trabajé en un despacho con proyectos de gran escala en China, principalmente, pero los socios eran una pareja y cuando se separaron me quedé con mi equipo de trabajo y abrí mi propio despacho. A partir de ahí seguimos haciendo varias cosas en Medio Oriente, desde torres de vivienda de lujo hasta urbanismo de ciudades enteras. ¿Y qué te hizo dejar la arquitectura? No la dejé… pero di un giro total. Sucedió que me estaba convirtiendo en trader y más que un arquitecto creativo era un empresario de la vivienda. Era algo muy rentable, pero a mí no me llamaba eso. Entonces comencé a explorar en el diseño de mobiliario. Esto fue hace siete años, la primera colección la lancé en la Barcelona Design Week de 2013. ¿Cuándo llegó la plástica a tu vida? Cuando me di el permiso de hacerlo… Una explicación lógica no la tengo; las pinturas siempre estaban ahí presentes en mi vida como un desahogo; fue de golpe y con drama porque me divorcié, murió mi padre y dejé de trabajar residencias. La suma total me abrió los ojos y ahí conocí a Itzel. Cuéntanos de tu sociedad con Itzel Culebro, quien además es mexicana Ella trabajaba en marketing de Carolina Herrera en Barcelona, yo la conocía porque nuestros hijos eran mejores amigos en el colegio y sabía que era muy buena en su trabajo, entonces le pedí apoyo para el proyecto de muebles pero ella no tenía tiempo. Después de mucho insistir acabó aceptando cuando le propuse ser partner en la nueva aventura. A partir de ahí conseguimos integrar bajo una sola marca, Vilató i Vilató, todas las ideas que teníamos sobre lo que debe ser nuestra casa de diseño y arte.

Itzel y Jacob

Foto: Noemi Jariod - Estilismo Mar Gausachs.

¿Te daba miedo ser comparado con Picasso? No. Creo que me daba miedo mostrar mis cuadros porque pintar desde tu subconsciente es algo muy íntimo y no quieres compartirlo con nadie, a veces las obras o los dibujos son más explícitos que otros. No quieres dejar ver tu vida privada. Y como decía el propio Pablo Picasso: “Cada obra es como una botellita que contiene mi sangre”. ¿Te acuerdas qué dijiste la primera vez que viste al “Guernica” o alguna otra obra en un museo? Desde muy pequeño asistí a inauguraciones de exposiciones en museos donde acudían también personajes como Miró y Dalí, o más adelante a la inauguración del museo Casa Natal en Málaga donde estaban los Reyes. Siempre he sido consciente de la importancia del tío Pablo, pero también le he visto como alguien cercano y de mi familia. ¿Qué registro plástico ejecutas en Vilató i Vilató? Desde foto, diseño, pintura, escultura y arquitectura decoración, todo converge hacia el mismo lado. Háblanos de tus obras… La nueva colección de prints se llama Midnight Drawings, porque me iba a dormir temprano y me despertaba involuntariamente hacia la una de la mañana con la pulsión por dibujar, entonces me ponía a pintar de madrugada figuras de aspecto inexpresivo pero cargadas de sentimientos, seguramente estaban insomnes (risas) y lo hacía hasta que me cansaba. Uno de los cuadros recientes que tengo y que más me gusta es un retrato de Itzel, que un día llegó al despacho con una pashmina fucsia y sombrero usando cubrebocas y que habla de lo que vivimos hoy como sociedad.

¿Y qué opinas de Picasso, de su arte y su legado? No puedo evitar verlo como una referencia inagotable, no solo por la producción, sino también por la manera en que aborda la pintura. Tiene la dosificación exacta de copia, repetición y exploración. ¿Alguna vez intentaste imitarlo? De pequeño había intentado muchas veces reproducir las obras que tenía en casa, como un divertimento. Ahora me pasa lo contrario: aunque para mí es una referencia inevitable cuando me acerco un poco procuro huir por evitar la comparación. ¿Cuál ha sido la obra que más te ha marcado? Una de ellas es posiblemente la fotografía “Saut dans le vide” de Yves Klein. Durante un par de años llevé una copia plastificada en la cartera y solo dejé de hacerlo porque después de pasar un par de veces por la lavadora ya no se veía tan bien. Tanto tiempo después y sigo sin saber exactamente qué es lo que tiene que me da una bocanada de aire y me hace sentir poderoso.

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“Transitioning”

¿Qué pintores mexicanos te gustan? Mi primer contacto con el muralismo de Siqueiros, Rivera y Orozco me dejaron sin aliento. También aprecio bastante la obra de Emilia Ortiz y Francisco Toledo. De Frida Kahlo casi no me atrevo a hablar por sentir que hace parte de un mundo que quiero solo para mí. ¿Han venido a México a compartir su proyecto? ¡Sí! Fuimos a Ciudad de México y a Morelia a presentar nuestro despacho de arquitectura, y a Guadalajara al festival Roxy con quienes había una posible colaboración. Al volver de este viaje, conocimos en Madrid a Martha Sáenz, una talentosa mexicana que nos invitó a donar un par de pinturas para la fundación laica Scholas Occurrentes que fundó el papa Francisco, las cuales se subastaron en Miami en octubre 2019.

Licenciada en Ciencias de la Comunicación. Editora web y Social Media Manager de la revista Caras México de Editorial Televisa.
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