Mario Vargas Llosa asisitirá a la boda de la hermana menor de Enrique Iglesias
La siempre extrovertida Tamara Falcó se ha encargado personalmente de desmontar toda la mitología que parece haberse creado en torno a la familia Preysler desde que, a lo largo de esta semana, en las revistas españolas empezara a especularse sobre la escasa simpatía que Ana Boyer sentiría por el premio Nobel Mario Vargas Llosa, actual compañero sentimental de su madre Isabel.
De hecho, ha sido una de las teorías que se han generado en torno a esta supuesta enemistad, la de que Ana ni siquiera se habría dignado en invitar al literato a su esperada boda de principios de diciembre, en la que contraerá matrimonio con el tenista Fernando Verdasco en una isla del Caribe, la que ha enfadado y divertido a partes iguales a Tamara, forzándole por tanto a salir al paso de los rumores para neutralizarlos inmediatamente.
“Eso es un bulo, y si quieres te lo repito más despacio. El otro día lo hablamos y nos estuvimos riendo de ello. ¿Pero quién se lo ha inventado?”, le espetó la socialité a los reporteros que quisieron conocer sus impresiones sobre el relato que ha venido cogiendo fuerza en los últimos días en la crónica social.
Aunque siempre ha asegurado que no le da importancia alguna a los rumores tan maliciosos que suelen difundirse sobre su célebre familia, lo cierto es que Tamara dejó claramente patente en su encuentro con los informadores que la última de estas invenciones le ha molestado profundamente, y no solo por el tono de voz que utilizó para zanjar las conjeturas, sino también por su convicción de que esta historia ha sido creada y moldeada a partir de un dato de escasa relevancia.
“Es que a mi hermana casi no la veo ni yo, está siempre viajando por ahí. Yo con Mario me llevo muy bien, por supuesto, pero es que mi caso es diferente porque yo vivo en casa [en Madrid, con su madre y el literato]. El otro día a mí me criticaron por no aparecer con mi padre [Carlos Falcó], pero es que yo acababa de llegar de Miraflores con mi madre y Mario”, explicó sobre los motivos puramente geográficos que explican por qué casi no hay fotos de Ana y Mario juntos.
En cualquier caso, además de haberse convertido en la portavoz oficiosa de la familia Preysler en lo que a los entresijos del enlace de Ana se refiere, Tamara ejerce también de flamante “executive wedding planner” y, por ello, hace unos días decidió sustraerle a su hermana los cuadernos que le habían regalado para empezar a planificar los preparativos del enlace.
"¡Ay, ay, ay! ¡No sé quién le ha regalado estos cuadernos a mi hermana, pero me chiflan! Me los quedo porque soy la ‘executive wedding planner’ #Ana y Fer Forever”, escribía en su perfil de Instagram en un tono mucho más alegre y distendido.
Por su parte, la futura novia también echó mano de sus redes sociales esta semana para desvelar ante sus miles de seguidores algunas de las telas que formarán parte del vestido de novia confeccionado para ella por la firma Pronovias, demostrando de esta manera que ella no puede desperdiciar su tiempo luchando contra la rumorología habida cuenta del sinfín de tareas que tiene por delante de cara a su gran día.
