La pareja asistirá a la boda de un amigo del Príncipe en Jamaica.
La relación del príncipe Harry y la actriz Meghan Markle ha llegado ya al punto en que cada uno comienza a integrarse en el círculo de allegados del otro.
Este fin de semana le tocará el turno a la actriz de ser presentada a los más íntimos del nieto de Isabel II durante la boda de Tom ‘Skippy’ Inskip, uno de los amigos de la infancia de Harry, que contraerá matrimonio con su novia Lara Hughes-Young en Montego Bay, Jamaica.
Harry y su guapa novia han viajado por separado al paradisíaco destino: el hijo menor del príncipe de Gales salió rumbo a la isla este miércoles desde el aeropuerto londinense de Gatwick, mientras que la actriz llegó un día más tarde, el jueves, pero a tiempo para asistir al exclusivo enlace.
La boda se celebrará en un lujoso complejo turístico que ha sido cerrado para la ocasión, y en el que habitualmente cuesta mil 600 libras por noche alojarse.
“Esta es la primera ocasión en la que Harry y ella socializan tan abiertamente como pareja, y supone un paso muy importante en su relación. Es evidente que él está como loco por ella”, asegura una fuente al periódico Daily Mail.
Meghan y Harry, que se cree que podría ejercer de padrino del novio, se hospedarán en una villa privada en la que dispondrán de una piscina propia y su propio personal que estará pendiente de todas sus necesidades.
